Sus letras están plagadas de referencias literarias, sucesos históricos, enclaves mundanos, filosofía de barra de bar y todo aquello que pudiésemos considerar cultura popular. Todo hecho con humor, ingenio e inteligencia, que por algo son seres racionales.

¿Es nuestra personalidad la que influye en qué música nos gusta o es la música que nos cautiva la que moldea nuestra personalidad? Dicen que todo camino tiene un comienzo, que todo viaje necesita de un punto de partida. Quizás no. Mi travesía musical me llevó a caer en Radio 3 allá por 2008, un sueño que se cumplía y que abría nuevos horizontes a esta andadura sin fin. ¿Pero dónde comenzó de verdad esta aventura? Eso es más difícil de precisar.

Más que un momento o un lugar hay que buscar un detonante y dudo que sea solo culpa de uno el que estemos como estamos. A ver, en mi caso fueron los Ramones los que me pegaron el bofetón. Pero el bicho del rock’n’roll ya había comenzad a despertar tiempo antes con discos y canciones de los Kinks, los Shadows, los Troggs, los Stones, Little Richard, Leño o este grupo vigués que fue colando rimas y melodías en mi corteza cerebral. Lo que Siniestro Total me ha dado, nadie me lo puede quitar. Pero sentía que había una deuda que pagar, una cuenta que saldar, muchas zanjas que tapar. Que mejor manera que devolver lo recibido que con un disco de homenaje. Que los gallegos no tuviesen un disco de tributo a estas alturas era de juzgado de guardia.

Sótano Total surgió como un mero entretenimiento y se convirtió en algo mucho mayor. Descubrí que todas las bandas con las que hablé también les debían algo y prácticamente todas dijeron que sí sin cavilar. Es a todos los grupos participantes en este disco a los que quiero mostrar mi gratitud, por su colaboración desinteresada y por lo
bien que lo han llevado a cabo. Agradecimientos también a Tony Devil Dog y su sello Family Spree. Él es quien ha tirado del carro para que este disco que tienes en tus manos fuese posible. No me olvido de Oscar Mariné y su equipo, ¡qué lujo de portada! Y, por supuesto, gracias a ti, que te llevas este cachito de mi historia y de la de Siniestro Total a tu casa.

Sin duda coincidiremos en que hay canciones que forman parte de nuestra banda sonora vital. También aceptaremos que han afectado a nuestro crecimiento, aprendizaje y evolución -o involución-. Entonces, es probable que admitamos que algunas de esas canciones forman parte de nuestro ADN; nos han afectado para ser cómo somos y
seguramente las transmitiremos a nuestros sucesores, consanguíneos o no. Por tanto, es posible que un pequeño reducto de humanos estemos conectados por esta cadena de nucleótidos musicales. En ese caso, lamento comunicarle, que usted y yo, somos Siniestro Total.

Diego R.J. (junio 2022, down in the Basement)

Autor: Redacción