La pasada semana fue divertido, pero también apasionante en el Antzokia, ver bailar a gente jubilada o cercana a dicha etapa de la vida. Esta, fue totalmente emocionante, ver también a gente, mayormente, por encima del medio siglo, cómo cantaban a pleno pulmón y se les escapaban hasta algunas lagrimillas en algunos de los momentos más “tristes” y “cortavenas” de una propuesta totalmente acústica. A Ramón y Ricardo, con sus respectivas acústicas (Ramón usó 2, prestadas, dijo) les acompañó Leia con su bajo y sus buenas aportaciones vocales en forma de coros en algunos temas.

Con eso bastó para que las emociones se desbordarán y para ver a la gente feliz. Porque, como dice mi amigo Iñaki, a él y a muchos, esta música de artistas “cortavenas” y que puede parecer triste y deprimente, supone una inyección de alegría y de ánimo para muchos de los presentes. De entrada tocaron casi todas las canciones del nuevo disco. Un “Nuevos Bosques” que es una delicia y que llega 8 años después de su debut conjunto con el también hermoso y nostálgico “Lluvia Y Truenos”. Comenzando por una ya entrañable ‘El Saltillo’. Se fueron alternando en las voces y en los comentarios más o menos humorísticos, porque hicieron gala de su buen humor y de sus ganas de reír en bastantes ocasiones y lo contagiaron a la gente. Fueron alternándose a las voces y a mí me gustaron más las canciones en las que Ricardo (McEnroe) tomaba el mando. Su voz tiene algo especial para mí, aunque eso quizás sea solamente instintivo. De todas formas, Ramón se confesó fan irredento de McEnroe, incluso antes de conocerse. Folk y pop a partes iguales, pero con esos toques sadcore y slowcore que tanto nos gustan con sus respectivas bandas. Fueron momentos realmente álgidos ese precioso ‘Niño Aún’, que no, ‘Niño Atún’, como nos recordaron con gracia. También ese primer single de adelanto que puso un nudo en la garganta a la parroquia. Mucho amor también en ‘Era Amor’ o ‘Amor Mío’. Estuvo divertido como Ricardo recordó su preciosa canción que a él le sonaba a Tom Waits y a los demás no. Yo le doy la razón a Ricardo y sin hacer falta que arrancaran con esa voz rota a lo Waits en su principio. De hecho, fue un detalle, por parte del siempre atento Kafe Antzokia que justo al finalizar su concierto, sin bises, como ellos mismos dijeron, pusieran la preciosidad ‘Martha’, del susodicho. Tras la primera parte vino el chaparrón con todos los mejores y más recordados temas de “Lluvia y Truenos”. Mi favorita fue la romántica ‘La Carta’. No pudieron faltar ciertos homenajes respectivos, con especial mención ara Ramón cantando ‘Agosto del 94’ de los de Getxo y alguna de las joyas de sus respectivas trayectorias con sus excelentes bandas, que mejoran sus prestaciones en directo, para un servidor. Fue el caso del tema más celebrado por el personal, ‘La Electricidad’ de McEnroe, con un fan entregado que le cambiaba la letra pero al que Ricardo le comprendió y atendió en su petición. Ramón concluyó también con excelente tema propio. Un ‘Caen Los Árboles’ que dejó a la gente con ganas de más… pero ya habían dicho, también en tono jocoso, que no hacían bises. ¡No los necesitaron para ganarse y emocionar a los seguidores presentes!

Fotografías: Aitor Bakaikoa

Autor: Txema Mañeru