Siguiendo la inspiración de “El Loco” del Tarot, "Soy" es una invitación a emprender un viaje iniciático hacia lo desconocido, hacia las profundidades de nuestra propia alma, guiados únicamente por la intuición. Es una llamada a explorar sin temor nuestra naturaleza inestable, reconociendo que somos a la vez la herida y la cura, la contradicción y la verdad, la sombra y la luz.
Como en la parábola del hijo pródigo, "Soy" nos habla de la búsqueda del retorno a uno mismo. Nos alejamos, nos perdemos, experimentamos nuestras contradicciones, pero en última instancia, regresamos a ese refugio sin puertas, donde la esencia más pura de nuestro ser nos estaba esperando.
 

Pigmy, cuyo nombre real es Vicente Maciá, es un cantautor español que se dio a conocer tras la disolución de su anterior banda, Carrots. Con Carrots, Maciá fue parte del movimiento indie pop en España durante los años 90 y principios de los 2000, un grupo que ganó seguidores gracias a su estilo inspirado en el pop psicodélico de los años 60 y 70.
Después de la separación de Carrots, Pigmy decidió emprender una carrera en solitario, lanzando su primer álbum, Miniaturas en 2007. Este trabajo marcó el inicio de una nueva etapa en su carrera, donde continuó explorando el folk, la psicodelia y las influencias clásicas, pero con un enfoque más personal e introspectivo.
Miniaturas recibió críticas favorables por su meticulosa producción y su habilidad para crear atmósferas sonoras ricas y evocadoras. Las letras de Pigmy son conocidas por ser poéticas, llenas de referencias a la naturaleza, el amor y temas filosóficos, todo ello envuelto en un estilo musical que mezcla lo acústico con arreglos más complejos y psicodélicos.
En 2014, Pigmy lanzó Hamsterdam, un álbum que continuó su exploración de sonidos vintage y estructuras musicales barrocas, reafirmando su estatus como un creador de canciones único en la escena musical española. Este disco, como su predecesor, fue bien recibido por la crítica y consolidó su estilo característico.
En su tercer álbum, Manifestación (2020), Pigmy profundiza en su búsqueda sonora y poética, esta vez con una clara inclinación hacia la reflexión existencial y un enfoque aún más detallado en la producción. Este disco, mágico y atemporal, mantiene su estilo folk-pop psicodélico, pero ahora incorpora influencias de la música trovadoresca y renacentista, integrando instrumentos como el laúd, la flauta de pico y diversas percusiones, lo que le otorga una personalidad única. Este trabajo ha sido ampliamente elogiado por su cohesión artística y su capacidad para transportar al oyente a mundos oníricos y paisajes sonoros complejos, consolidando a Pigmy como un referente del folk psicodélico contemporáneo en España.