Conciertos

 

05-11-2019

BIME LIVE. BEC, Bilbao


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La verdad es que no soy nada profesional. Escribo esto sin haber podido presenciar todas las actuaciones del viernes y sin haber acudido todavía a la jornada del sábado que, en principio, tenía un cartel conjunto todavía más apetecible. Sin embargo ya tengo triunfador absoluto del exitoso BIME 19. No son otros que loe veteranos hombres-robots KRAFTWERK. Eran la principal motivación para mi estreno en el BIME y la satisfacción se sigue esparciendo por mis oídos, por mis ojos y por mi mente.


Los había visto en el Guggenheim en su gira por los museos más espectaculares del mundo y me encantaron. Pero es que en el BEC estuvieron aún superiores, además de que el sonido fuera muchísimo mejor y más alto. Como te golpeaban esos sonidos más bajos en el pecho y en el corazón en algunos momentos fue algo para experimentar ahí, en las primeras filas. Comenzaron con esa preciosidad plagada de números que es ‘Numbers’ y en la que ya volvieron a demostrar que estos KRAFTWERK 3D mejoran a la formación original porque el tema de las proyecciones en SD está realmente logrado y trabajado. Luego hubo momentos realmente atractivos con ‘Computer World’, ‘Computer Love’ o la exquisita melodía y el elegante vídeo de ‘The Model’. Pero es que la traca final fue inolvidable e irrepetible. Encadenaron una tras de otra sus mayores clásicos y en sus versiones más largas o semi-largas. Fue un éxtasis escuchar (y ver) una tras otra, la magnética ‘Autobahn’, la romántica (en la parte musical) ‘Radioactivity’, la “deportiva” ‘Tour de France’ y la hipnótica ‘Trans-Europe Express’. Luego antes de los bises o en medio de ellos fue una gozada ver (con los 4 Kraftwerk descansado fuera del escenario) el vídeo de ‘The Robots’. Pero es que luego se cayó la pantalla y el telón de fondo y aparecieron esos 4 robots réplica de los originales moviéndose en cámara lenta pero emocionándonos también. La guinda la pusieron los de verdad regresando para tocar la siempre pegadiza ‘Boing Boom, Music Non Stop’ y con su emotiva despedida de uno en uno como acostumbran a hacer. El último, su líder y único miembro original, Ralf Hutter, llevándose la mano al corazón de manera creíble. ¡Geniales!

Pero antes y después hubo mucho más propuestas variadas e interesantes. FIRST GIRL ON THE MOON’ se enfrentaban a su primera actuación y lo hicieron con algunos nervios iniciales. Sorprendió que Juancar (Bonzos) tocara casi más teclados que guitarra. Eneko lo bordó, como siempre, con todo lo mucho que tocó. Presentaron las canciones de su buen trabajo “Scars” (Oso Polita) y fueron de menos a más con su propuesta que combina esos ecos a Suicide con buen electro pospunk y esos toques a kraut-rock más cercanos a Can o Neu! que a Kraftwerk.

De ahí saltamos a la otra (buena) propuesta local del día. En este caso n fue buena sino superior. AITOR ETXEBARRÍA, en su rica formación de quinteto demostró porque ha fichado por el prestigioso selo El Segell del Primavera para su esperado nuevo disco. Experimental, arriesgado, variado y entregado ofreció un set mutante con momentos cercanos a su formación clásica contemporánea, pero con otros de riesgo noise-rock brutales. En euskera o en inglés y utilizando hasta un viejo magnetófono de bobinas sirvió, perfectamente, para aparcar el postergado sueño del BIME de traer algún día a Nick Cave & The Bad Seeds. Fue el nombre que más se escuchó nombrar tras su espléndido concierto. Tuvimos tiempo aún de ver el final de los DO NOTHING y nos gustó. Se hablaba de pospunk per percibimos más destellos brit-pop a lo Suede y aromas glam que iban desde los Roxy Music a David Bowie pasando por Pulp o los de Brett Anderson. Además el porte, elegancia y la buena voz de su cantante también nos recordó a Brett. Tema final con inquietas guitarras a lo Talking Heads y movimientos también algo inspirados en David Byrne. Les queremos ver en actuación completa por su cuenta.

Lo de ENRIC MONTEFUSCO fue memorable también. Le habíamos visto y habíamos disfrutado de lo lindo en salas de medio aforo. Pero es que su propuesta se adaptó estupendamente al contexto de un festival e hizo corear sus canciones como pocos a un público totalmente entregado. Sus himnos para corear a pleno pulmón viajaron de las zonas ricas y pobres de sus dos discos grandes hasta la fecha, “Meridiana” y “Diagonal”. Nos volvió a hacer sonreír con historias como las de ‘Gracias por las Clases de Flauta’ y con ‘Todo Para Todos’, tanto sobre el escenario como debajo de él, nos hizo llegar ya a nuestra afonía que nos acompañará unos cuantos días. No pudimos ver a AMAIA más que de refilón pues había que coger sito para los Kraftwerk 3D. Pareció sonar bien y nada OT y así fueron las opiniones bastante favorables de los que vieron algo más de su actuación.

Los otros cabezas de cartel del día eran los indie-rock FOALS encabezados por el siempre imparable y contagioso Yannis Philippakis. Con su formación de sexteto (su bajista y teclista se despidió en su última actuación con ellos, por cierto) hubo hasta 4 músicos que aportaron teclados y 3 lo hicieron con las muy presentes guitarras. Guitarras que cambiaron tema tras tema y que, creo, usarían más de 15 modelos diferentes. Lógicamente tocaron bastantes piezas de su último y muy buen disco editado en dos partes, “Everything Not Saved Will Be Lost”, como esa bailable ‘In Degrees’ o las también inquietas ‘Exits’, ‘Sunday’ o una ‘On The Luna’ que nos subió hasta la “moon”. Pero tampoco dejaron de lado otros eufóricos éxitos como esos geniales ‘Spanish Sahara’ y ‘Mountain At My Gates’ del anterior y también excelente “What Went Down”. Hubo interesantes destellos folk y también algunos ritmos tropicales actuales como los que bien practican Vampire Weekend. Pero con todas esas guitarras hubo espacio también para su lado más rockista como en la correosa y efectiva ‘The Runner’. Demostraron porque apuntan a banda de estadio en la estela de Radiohead, Muse o Coldplay, a quienes mejoran en directo.

Tocaba entonces escuchar a la gran voz, y bastantes buenas composiciones, de MORGAN. Rica formación de quinteto con ella descalza y tocando teclados mayormente. Emoción con su poderoso soul blanco totalmente “On Air” y actual. Es fácil acordarse al escucharla de estrellas de primer nivel como Adele o la tristemente desaparecida Amy Winehouse. También, sobre todo cuando se puso de pie y se apartó de los teclados, de nuestra Rubia o de su adorada Carole King. La única pega a su actuación fue que el volumen, más bajo, no permitió apreciar del todo la enorme calidad de su banda y la amplia gama de registros de su prodigiosa voz. Aún así, más que convincente y buen remate para una primera jornada mejor aún de lo esperable. En nuestro regreso, debido al cansancio y las obligaciones del día siguiente, pudimos ver a la gente entregada a unos FLOATING POINTS también con rico y contundente sonido.

Ahora no me voy a desdecir de lo opinado el primer día porque el concierto de Kraftwerk 3D fue muy especial, no sólo por el lado musical y visual. Personalmente era muy especial por la persona que me acompañaba y que los ama tanto o más que yo. Viene todo esto a cuento porque la del sábado también una fantástica jornada en la que triunfó especialmente para mí BRITTANY HOWARD. Ya va siendo ahora, tras lo visto y escuchado en su concierto, de quitar esa coletilla de “Of Alabama Shakes”. Y es que lo ofrecieron su banda y ella (un total de 9 músicos y cantantes) fue supremo. Se merendó por completo su gran debut, “Jaime” y lo salpicó de algunas selectas, eclécticas y bastante sorprendentes versiones. Atrás parece haber quedado el sonido más rockero de sus Alabama Shakes. En primer plano su fantástico repaso a los principales palos de la música negra con el soul y el góspel en primer plano, pero sin dejar de lado algunos buenos guiños funk y algunos destellos cercanos al rhythm and blues o al más puro blues. Especialmente cuando cogía su pequeña (en comparación con su cuerpo) guitarra. Sus piernas, más bien robustas columnas, y su gigante cuerpo no le impidieron moverse, bailar y agitar a la concurrencia entregada con verdadera pasión y entrega. Arrancó poderosa con ‘He Loves Me’ y ya todos la comenzamos también a quererla. Ya muy pronto nos elevó a las alturas con su single ‘Stay High’ que nos hizo volar realmente alto y de donde ya no volvimos a bajar. Se atrevió con el ‘The Breakdown’ de otro rupturista como Prince y nos dejó algún detalle hip hop con ‘Baby’. Momento cumbre fue su encendida versión del ‘Higher And Higher’ de Jackie Wilson que, haciendo honor a su título, nos elevó cada vez un poco más alto con sus gritos y su sincero apasionamiento. Cerró su actuación con una brillante y entregada ‘Bring Your Love To Me’ en la que ya todo el mundo le ofreció su amor para siempre. La traca final lo pusieron unos originalísimos y muy especiales bises. Primero con una avanzada y experimental versión del ‘Revolution’ de los Beatles y luego con otra impactante arenga política que te ponía los pelos de punta titulada ‘History Repeats’. Espero que esta historia también se repita pronto y la podamos ver por algún escenario de mediano aforo porque debe ser el éxtasis total.
 
Pero es que, en general, también fue buenísima esta segunda jornada a pesar de la caída de última hora por asuntos de salud del gran MICHAEL KIWANUKA, uno de los mejores artistas de soul de la última década. Comenzaron los locales OMAGO. Contaron con el refuerzo de Goiko, de Señores, para la ocasión. Alternaron euskera y castellano con su indie-folk en el que a veces se juntaban 23 cuerdas con las tres guitarras y el bajo de 5. Sorprendió su buena versión del ‘Hor Nonbait’ de Dut, un grupo que parece muy alejado de su propuesta. Algunos temas y la buena voz de su cantante nos recordaron a los últimos tiempos de Christina Rosenvinge, dicho esto como halago, que conste.

De ahí nos sumergimos en la fresca y divertida propuesta de LOS ESTANQUES. Pop y rock progresivo con mucho sentido del humor y toques “Zappianos”. También tocaron a veces con 3 guitarras a la vez entre las que brilló el hombre que hizo de Santana en la pasada y celebrada celebración de “Woodstock 50” en el Kafe Antzokia. En general buen regusto a Módulos, Bloque o grupos más actuales como Melange y Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Pero en los momentos más pop, como ‘Clamando al Error’, nos acordamos de los fantásticos They Might Be Giants. Luego se pusieron más progresivos y elegíacos en una preciosa ‘Todo Lo que Dejaste Detrás’ en las que su cantante (y guitarrista) regresó al guapo y ácido órgano.

Tuvimos que perdernos un largo tramo porque queríamos contemplar la novedosa propuesta en el acogedor escenario Antzerkia de BANPIRO MAITALEAK, a medias entre la siempre brutal Mursego y otro loco freakie como Amorante. ¡Hicimos bien! Mereció la pena esa buena dosis de original riesgo y experimentación sonora. Se atrevieron con una arriesgada y alocada (como toda su interesante propuesta) ‘Historia Triste’ de los Eskorbuto. A parte de sus chelo y corneta usaron un montón de raros y poco habituales instrumentos y sus repeticiones en forma de loops creadas al momento. Tuvieron algún problema técnico que no les impidió sumergirse en la cumbia bizarra, acercarse a La Mala Rodríguez o al ‘Aizkorrak Zorroztu’ de Fermín Muguruza eta Dut (otra vez ellos). A ver si graban algo pronto.

Teníamos muchas ganas de ver en directo a los CAROLINA DURANTE, puesto que su debut homónimo nos parece uno de los mejores discos de punk-pop de los últimos tiempo. Fue todo un subidón y la sonrisa no se apartó de nuestra boca con ellos. Sus himnos locos y divertidos parece que pueden funcionar por igual en recintos más reducidos pero también e unos festivales en los que se han hecho asiduos este año. Se habla, con razón de Los Nikis, Airbag o Los Punsetes pero ellos siempre cuenta que se formaron tras un concierto de Belako y que les gustan más Parálisis Permanente o The Jesus And Mary Chain. De todo hubo en momentos eufóricos y divertidos con las divertidas historias de su ‘Verano’, ‘La Noche de los Muertos Vivientes’, con tiempo para hacer divertidos coros o ‘Joder, No Sé’. Nos provocaron cantándole a Odriozola, del equipo rival, pero que ahora está en el Real Madrid (que debe ser su equipo). Fueron a toda pastilla en sus casi 20 temas y no pudieron cerrar mejor que con su himno ‘Cayetano’ que sigue funcionando y haciendo saltar y chillar a la peña. ¡Qué sudada más gozosa!

Llegó entonces otro plato realmente fuerte y atractivo con THE DIVINE COMEDY que ya habían pasado años atrás por el BIME en su escenario Antzerkia. Ahora demostraron también su enorme valía y su clasicismo en el Eguna. Neil Hannon cantó igual que siempre o mejor. Estuvo excelentemente acompañado por su gran banda muy rica en matices. Con un traje y corbata rosas y sus compañeros de negro volvió a demostrar porque es uno de los mejores herederos del legado de David Bowie, pero también de Frank Sinatra o Scott Walker. Tras abrir con ‘Europop’ nos maravilló con clásicos como el pegadizo ‘Generation Sex’ o el más melódico ‘To The Rescue’. Se acercó a Henry Mancini y en su anunciada “Party Time” nos hizo bailar a ritmo de mambo. Derrochó buen y ácido sentido del humor británico y picó bastante en su nuevo e interesante disco “Office Politics”. De este último sorprendió la electrónica y experimental ‘Infernal Machine’ y nos encandiló la melódica ‘Norman and Norma’ con su punto entre crooner a lo Sinatra y operístico a lo Rufus Wainwright. ¡Seguro que a su amigo y seguidor Coque Malla le hubiera encantado!

Aunque le hemos visto en repetidas ocasiones no quisimos perdernos al menos una parte de las evoluciones de la MARK LANEGAN BAND. Le venimos siguiendo desde los gloriosos tiempos de Screaming Trees, una de las mejores formaciones grunge de todos los tiempos, pero casi nos llega todavía aún más desde que rula en solitario. Su cavernosa voz sigue desprendiendo emoción y lo volvió a hacer en un Antzerkia que respetó bastante sus momentos más intimistas y emocionantes, aunque predominó más el lado más rockero, crudo y eléctrico, muy bien ayudado por su buena banda con un total de 6 músicos sobre el escenario. Ha perdido algo de su gran voz pero estuvo muy bien y con un parecido cada vez mayor al gran Michael Gira. Los momentos más crudos y rockeros los tuvimos con esa potente ‘Hit The City’ y los más extáticos y cercanos al pantano con esa ‘Bleeding Muddy Water’ extática de su recomendable “Blues Funeral”. Para mí fue cumbre, entre lo que pude escuchar porque hubo barro y sangre reales.

Tras Brittany Howard, y su amplia y poderosa banda, llegaba el cabeza de cartel del día. Un JAMIROQUAI recuperado para la causa del acid funk galáctico y ecológico. Su esperado actuación fue precedida de unos preocupantes avisos sobre que esa misma mañana le habían diagnosticado una laringitis. Era verdad porque estuvo constantemente tomando manzanilla, ventolín y bebiendo grandes cantidades de agua, pero, gracias a Dios, no se notó en su impecable y poderoso show con sus 10 músicos de acompañamiento. Músicos, cuya gran mayoría le acompañan desde sus tiempos de mayor éxito, a finales de los 90 y comienzos del nuevo milenio. A pesar de la enfermedad y su barriga bailó e hizo bailar de lo lindo en una divertida fiesta discotequera. Hizo el indio de lo lindo, como siempre, e hizo que los demás gozáramos con sus alocados e incansables bailes en algunos momentos algo Chiquito de la Calzada. Su todavía vigente “Automaton” tuvo cabida lógica en su trepidante, bailable y muy divertido show, pero gozamos mucho más aún con esos clásicos que le convirtieron en una de las estrellas más importantes de la década de los 90. Cayeron joyas imperecederas como ‘Use The Force’, la funky ‘Alright’, ‘Little L’ o la algo más reposada ‘Corner Of The Earth’. En este aspecto brilló también su clásico primerizo ‘Space Cowboy’, título que le sigue yendo como anillo al dedo. Entre su largo repaso a sus grandes éxitos no podía faltar ya hacia el final su coreada ‘Travelling Without Moving’ o su primeriza ‘Space Cowboy’. Por el cansancio acumulado se nos hizo algo largo su show para un festival ya que casi alcanzó las 2 horas superando los problemas de su enfermedad con entereza. Los visuales no estaban mal pero se hicieron algo monótonos, sobre todo en comparación de los mucho mejores (y en 3D) de Kraftwerk Ahí tuvimos que poner punto final a este BIME de récord con más de 20.000 espectadores, según la organización. Nos quedó también la pena esta segunda jornada de no poder ver la actuación de GLEN HANSARD.

Fotografía: Dena Flows 

Autor: Eneko Mañeru

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