A estas alturas son pocos los que no conocen a Dover, quizá los más jóvenes que no vivieron la eclosión grunge de los años 90. Por tanto, es momento de reivindicar ante un nuevo público el legado de una banda tan maltratada por el tiempo. Después de experimentos musicales alejados de sus raíces, los madrileños retornan al sonido original con un disco a la altura de sus mejores días. Recién iniciada la gira en casa con el cartel de completo, Dover llegaban a Zaragoza para presentar las canciones de Complications. Arrancaron con “Too Late”, canción que inicia su última obra y que, de un modo sonoro, remite a bandas noventeras como Veruca Salt. El directo se centró prácticamente en el nuevo disco alternando con temas antiguos y recurriendo en varias ocasiones a sus archiconocidos éxitos del álbum de debut. Destacaría entre las nuevas canciones “Four the floor” y las nirvaneras “Crash” y “Like a Man”, una fórmula que ha explotado Dover, y que tanta fama les ha reportado, combinando afiladas guitarras y melodías pop bien construidas. No lo olvidemos, un estilo autóctono que caló entre el público hispano hace dos décadas. Dover son el ejemplo todavía vivo que demuestra la continuidad de la práctica, de la casi totalidad de las bandas españolas de los 90, de acudir al inglés como lengua de expresión. Una contraposición si vemos la evolución de la música española en los últimos quince años. Un momento emotivo fue la especial dedicatoria al reciente fallecido Rafa Angulo, periodista musical vinculado a la música aragonesa, a quien dedicó “Serenade”. Dover coquetearon con el thrash-metal en “Dj” y “Better Day” para transformarse de nuevo en Nirvana con “Cherry”. Las hermanas Llanos recordaron la primera vez que tocaron en Zaragoza circa 1996, días en los que el escenario acababa invadido por el público. Eran otros tiempos, sin duda. Era el momento para rescatar “Winter Song”, “Loli Jackson” y “Spectrum”. Fueron poco generosos en los bises incluyendo la esperada “Devil Came to Me” que brindó la oportunidad a un espectador de hacer karaoke con la banda. En resumidas cuentas, Dover encara la nueva realidad, alejada de tiempos boyantes, con la vista puesta en recuperar el primer público de la banda.

Autor: Rubén Vela