David Robert Jones, el humano marciano, el vampiro de Berlín , el súper superman, David Bowie. Una estrella más reconocible por su iconografía que por su obra. Un músico que sigue fascinando por esa persona que marca las reglas, las tendencias, la dirección hacia la que todos debemos mirar para encontrarle encarnado en cualquier otro. Su música nos fascina y nos hipnotiza, nos teletransporta al espacio y nos convierte en héroes.

El año pasado, el respetado museo londinense Victoria & Albert acogió la primera gran exposición retrospectiva sobre el icono, basada en más de 300 objetos extraídos de su archivo, los extravagantes y espectaculares monos de Ziggy Stardust, fotos de todas sus épocas,letras, portadas y una largo etcétera de elementos que hacían de esta exposición una auténtica delicia para los bowiemaniacos. Ahora se pasea por Sao Paolo, Berlín, Toronto.. mientras aquí aún le esperamos con ansia. No sé cómo referirme a él, como personaje es eclíptico, un creador de vanguardias, un fascinado del espacio y de la ciencia ficción (había visto varias veces 2001,una odisea en el espacio) , lo que también hace pensar que su hijo Duncan Jones heredase esa fascinación como vimos en Moon. Lo único que tengo claro es que es un personaje inquietante, desde su ojo hasta el rayo que atraviesa su rostro. Y aunque está maravillosa exposición no llegue a España, podemos contar con su documental “David Bowie Is” sobre la exposición dedicada a Bowie en el Museo Victoria y Alberto de Londres y que la cadena de cines Yelmo trae a España este jueves (27 de noviembre) .  El documental fue filmado durante la noche de clausura de la exposición en V & A en Londres y  ha sido dirigido por Hamish Hamilton. Una película que transportara al público por un viaje extraordinario sobre el universo de Bowie  a través de  invitados especiales, como el diseñador de moda japonés Kansai Yamamoto o Jarvis Cocker, entre  otros colaboradores, para explorar las historias que esconden algunos de los objetos clave que documentan la carrera artística de este genio.

Quien diría que ese famoso ojo de color impreciso y misterioso y que, sin mirar a ninguna parte, parece servirle no sólo para tener una visión privilegiada de lo que sucederá en el mundo, sino  para que todos lo veamos a través de él, porque todos en algún momento fuimos  fundidos por el rayo pintado en el ojo de Bowie.

Autor: Cristina Sánchez García