Opinión
09-04-2018
No escuches, comparte
Bob Dylan estuvo de gira por España hace unos días y antes de comenzar a dar sus conciertos advirtió que le gustaría que no hubiese móviles en sus conciertos ni fotógrafos, esto último es imposible de evitar, la prensa tiene un trabajo que mostrar y forma parte de su labor. Pero entiendo el sentido que le otorga Bob Dylan. No soy capaz de imaginar una sala de conciertos en la que no haya brazos alzados grabando un vídeo, tomando fotos desde todos los ángulos, probando diferentes filtros, más menos zoom, flashes por aquí y por allá…
Hemos llegado a un punto en el que el objetivo de ir a un concierto es hacerte la foto, subirla a las redes sociales y vocear que “yo estuve allí”. Antes de que existieran estas mega corporaciones existían otras maneras de evidenciar ese encuentro, de rememorar ese “yo estuve allí” y no digo que fuera mejor ni peor, simplemente diferente pero sí más privado y más personal. Cada entrada era una reliquia, el diseño de la entrada, la foto de la banda...todas ellas las guardabas y formaban parte de tu pequeño tesoro. También podías comprarte la camiseta con la gira que hacía ese año la banda, ahora también, pero no lo haces. ¿Por qué? ¡Porque tienes cientos de fotos y vídeos en tu móvil que puedes mostrarle a todo el mundo! Puedes ser adorado y envidiado.
Vuelvo a lo mismo, me parece bien, pero asume que pagas un precio por esas miles de fotos y no me refiero al precio de la entrada, me refiero al precio incalculable de disfrutar la experiencia. Cuando tengo que hacer alguna crónica de un concierto siempre pienso lo mismo, “Voy a hacer todas las fotos que necesite al principio y después se acabó”. Entiendo que necesito unas fotos para la redacción, pero también sé que quiero vivir el concierto y la única manera que me permite hacer eso es guardar la cámara y disfrutar del concierto. Entiendo a Bob Dylan. Entiendo que quiera mirar al público y ver sus caras y expresiones. Entiendo que no quiera ver lucecitas mientras canta y toca el piano. Entiendo que no quiera ver brazos alzados mientras recita sus poemas. Entiendo que quiera que la gente sienta su música y no mire sus móviles. Entiendo que quiera dar un concierto como los de antes, una cita entre el músico y el público, nada más.
Jack White acaba de sacar disco y dará una gira que empezará por Detroit, su ciudad natal y en una entrevista hablando de su último disco dijo que le gustaría que sus asistentes no llevaran el móvil, que se olvidaran de él y que tuvieran una experiencia más humana. Supongo que no es sólo cosa del viejo Dylan, es evidente que vivimos hiperconectados, probablemente la palabra que más hayas oído en los últimos tres años. Utilizamos el móvil como si fuese una extensión más de nuestro cuerpo y nos olvidamos de que somos animales desnudos. No pretendo decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque no lo fue, pero sí creo que debemos sobreponer las experiencias humanas por encima de las tecnológicas. Nunca tendrá el mismo valor la imagen que ves a través de tu pupila que la que verás a través de tu pantalla. No olvides que siempre hay vida para los vivos.
Autor: Cristina Sánchez García