Veinticinco años sobre un escenario no es fácil de celebrar pero Los Tupper lo han conseguido. Para celebrarlo han publicado nuevo trabajo discográfico, Silver Wedding, que recoge la esencia de sus predecesores, repleto de canciones amparadas en el rock and roll de vieja escuela, toda una puesta segura y ganadora donde las haya.

Celebrar las bodas de plata como banda en nuestro país es doblemente felicitable, por el aniversario y por haber sobrevivido tanto tiempo. ¡Enhorabuena por ello!

Manu: ¡Muchas gracias! no es fácil para ningún grupo, sea del país que sea, seguir al pie del cañón después de tantos años. Cuando empezamos con la banda, parecía que iba a ser algo tan efímero que no le dimos mucha importancia al nombre del grupo, todavía lo estamos pagando (risas).

Raúl: Se agradece. Aquí seguimos, como dice Manu, nunca lo hubiéramos esperado, quizás ese sea el truco para haber llegado hasta aquí.

Haciendo valoración de este cuarto de siglo, al margen de vuestra destacable trayectoria particular, habéis colaborado y editado discos compartidos con Dave Kusworth, Darrell Bath, Kevin Junior...

Manu: Me gusta pensar que conseguimos cerrar el círculo que empezó con el disco “Sardinista”, en el que todos ellos colaboraron desinteresadamente. Es un honor para nosotros el haber acabado haciendo de banda de sus últimos proyectos personales.

Raúl: Sí, ellos han sido parte importante de nuestra historia y de la misma manera eso ha contribuido a que nosotros hayamos entrado a formar parte de la suya, lo cual es todo un honor. Por otro lado, pese a ello, también hemos tratado mantener una independencia artística y estilística, y aunque obviamente todos ellos nos han influenciado, si escuchas cualquier disco de los Tupper verás que hay otras muchas influencias y sonidos más allá de esos artistas. En ese sentido creo que hemos sabido separar ambas cosas.

Decidnos qué momento recordáis en vuestra carrera como más entrañable y, a la vez, el más triste.

Manu: Para mí el más triste fue ver como la salud de Kevin Junior pudo degenerarse tanto en tan solo seis años desde la última vez que giramos juntos. El más entrañable: el abrazo de despedida de Kevin, creo que él sabía que iba a ser el último.

Raúl: Buff, no sé, lo más triste, sin duda, ver como se han ido algunos buenos amigos. Pero si te digo la verdad, me cuesta hacer balance, quizás, aunque haya pasado mucho tiempo todavía sea pronto para valorar ese tipo de cosas. Nos quedamos con los momentos divertidos. Podemos decir que nos hemos reído mucho. Por ejemplo, Dave Kusworth, que para mucha gente podía tener cierta imagen altiva de ‘rock star’, tenía un gran sentido del humor. No paraba de bromear y hacer chistes de cualquier cosa.

Supongo que entre estos últimos estará la desaparición reciente de Dave Kusworth.

Manu: ¡Todavía estamos en shock! Después de tantos años viviendo al límite, parecía que era inmortal. Pero que nadie lo ponga en duda, sus canciones lo son.

El tema "Phantom limb" lleva su sello.

Raúl: Yo tampoco veo en ese tema una influencia directa de Dave, pero oye, cada cual saca sus conclusiones. Para eso están las canciones. Siempre es interesante ver como cada oyente las interpreta de diferente manera. Te aseguro que cuando la compusimos no teníamos a Dave en mente. Si fuera así te lo diríamos sin tapujos. Una curiosidad sobre el tema; la letra dice al final del estribillo wearing a mask down the street (llevando una mascara por la calle). Fue algo premonitorio. ¡Escribí esa letra antes de que todo esto ocurriera!

El álbum en sí rezuma rock & roll de la vieja escuela onda Rolling Stones, Faces, Roxy Music o Flying Burrito Brothers. Una fiesta desde el principio al final.

Manu: ¡Gracias! Me alegra que lo veas como una fiesta, con tantos medios tiempos me daba miedo que sonase a funeral (risas).

Hay dos temas que me han encandilado, sin desmerecer el resto, “Wonder Why” y la soulera “Raindrops”.

Raúl: Si te fijas son dos canciones que, a priori, en estilo poco tienen que ver. “Wonder Why” es un tema más glam, más “marchoso”, con una evidente influencia de los primeros Roxy Music (como ves citamos las fuentes), hasta hay un sintetizador viejuno a lo Brian Eno. En cambio, “Raindrops” es un tema más reposado, a caballo entre el soul y el blues, en el cual jugamos con las dinámicas y los arreglos sutiles. Mucha gente cree que cuanto más rápido toques más “cañero” suena y es justo al revés. (Risas)

Hay una nutrida lista de colaboradores.

Manu: Pues curiosamente este es el disco que menos colaboraciones tiene de todos. Aún así estamos muy contentos con los coros femeninos de Inés Pardo y Lara Sánchez. La armónica en “Long Distance Call” de Jose Sierra y el sinte de Alex Pis en Wonder Why… ¡Ah! ¡Y no nos olvidemos del sin par Agüitas Johnson!

Añadir que el concepto de la portada, es muy original.

Manu: Bueno, se nota que nos gustan los Rolling Stones, dejémoslo ahí (risas).

Raúl: Siempre pensamos en un concepto que trate de aglutinar la idea de todo el álbum. Esta vez lo teníamos a huevo, hemos aprovechado los veinticinco años de la banda para ello: bodas de plata, una tarta nupcial, unos muñecos tocando encima de ella; parece sencillo, lo difícil es plasmar la idea que tienes en la cabeza en una sola imagen y que quede bien. Creo que lo logramos. ¿Los Rolling Stones? ¡Ni me suenan!

Por ultimo, obligatorio preguntar si tenéis en mente celebrar estas bodas de plata acompañados de público en ciudades diversas.

Manu: ¡Por supuesto! lo haremos en cuanto nos dejen, el rock es la mejor de las vacunas.

Autor: Rafa García-Moreno