Entrevistas
20-03-2023
Los Fusiles, la música como disfrute
Los sevillanos presentan nuevo larga duración, “A mano armada”, editado de nuevo con Family Spree, su tercer disco en cuatro años, razón de más para sacarles unas palabras sobre su recién editado trabajo y en general su corta, pero fecunda carrera hasta la fecha. Hablamos con Pablo Cuevas, voz y guitarra y principal compositor de los temas de la banda.
Lo primero que me llama la atención es lo prolífico de vuestro cancionero, tres elepés en sólo cuatro años, y ninguna versión. ¿Todas estas canciones se han ido pariendo a lo largo de estos años o algunas ya estaban guardadas en algún cajón como borradores?
La mayoría de las canciones de cada álbum fueron gestadas en los meses previos a la grabación. Nos gusta que los discos tengan cierta uniformidad y para ello es más fácil y recomendable hacer las canciones pensando en el artefacto sonoro que es el larga duración. Incluso en nuestro primer LP “¿Quién le escribe al Coronel?” primó esta arquitectura. No obstante, siempre hay alguna melodía o riff de guitarra que repescas de años atrás, bien porque no llegara a tiempo en su momento o porque se quedara a medias. En “A mano armada” hemos grabado “No pierdas el norte” que era una canción que compuse hace cerca de diez años y a la que nunca puse letra. También está “A tumba abierta”, la cual fue compuesta por Quique hace muchísimo tiempo; me la enseñó, me gustó, se le puso texto y decidimos grabarla. El estribillo de “El intento” también me rondaba por la cabeza desde hace años. Las siete canciones restantes sí que fueron compuestas y escritas en los últimos meses.
¿Sois de aprovechar mucho todo lo compuesto y grabado u os permitís el lujo de descartar canciones?, esas típicas “outtakes” que en el futuro los fans más ansiosos y completistas devorarán con fruición.
Somos de ir sobre seguro. Muy rara vez se ha descartado un tema. Y, desde luego, cuando se ha desechado alguna canción se ha hecho en el local de ensayo, nunca después de haber sido grabada. Entendemos que componer canciones es algo muy laborioso como para ir avanzando en un tema con dudas que corra el riesgo de descartarse. A las canciones les ocurren algo así como al amor: si dudas mucho, ahí no es. Normalmente, desde muy temprano, te das cuenta si la canción tiene potencial o no. Aparte de esto tampoco he entendido mucho eso de editar “material inédito descartado”. Al menos en el sentido artístico. En el económico sí se entiende en artistas de superventas. No tendría ningún sentido que nosotros editásemos, si se diera el caso, ese tipo de material.
Otra curiosidad respecto a vuestra carrera discográfica hasta la fecha, siendo una banda dentro de la escena underground y editando en un sello que sólo publica en vinilo como Family Spree, no sois el típico grupo que va editando pequeños artefactos, singles o extended plays, si no que os concentráis en el concepto del LP, sin buscar hacer discos conceptuales ni esas cosas. Es decir, sois una banda de canciones pero que reivindica el concepto del LP por encima del single como formato discográfico, ¿es correcta esta apreciación?
Siempre hemos considerado que el LP es el formato adecuado para un artista. Es evidente que con la inmediatez de la vida moderna el “larga duración” está en horas bajas. Uno le pone todo el cariño y esfuerzo a cada una de las canciones asumiendo el riesgo de que el personal no llegue ni siquiera al tercer tema obviando los otros siete. En cualquier caso consideramos que un trabajo de cuatro o cinco canciones se queda corto para desarrollar todos los registros diferentes de una banda. Se recomienda sacar temas sueltos y darle siempre mucha promoción a cada uno de ellos pero, ya te digo, eso no va con nosotros. No se puede estar tanto tiempo reclamando la atención de la gente en plan “escucha lo último” o “ faltan siete días para tal…”, máxime cuando la repercusión es tan modesta. Es un tanto ridículo. Preferimos mostrar dos o tres adelantos y, ya luego, mostrar el disco entero. Quien quiera oírlo al completo bien y quien no pues bien también.
Se ha hablado mucho de vuestras influencias en una evidente rama genealógica de pop- rock en castellano que puede abarcar desde bandas con cierta bonanza comercial (Burning, Gabinete Caligari, Tequila…) hasta formaciones más de culto tipo Enemigos o 091, pero creo que también se percibe la influencia anglosajona y concretamente del punk inglés escuela 77 y adláteres. En vuestro primer LP un tema como “La llamada” remite a ese bajo del “You Can’t Hurry Love” de The Supremes tan recurrente en el revival mod (“A Town Called Malice” de The Jam como mayor ejemplo) en el que ya echase la mirada Gabinete (“Tócala, Uli”), y en este reciente “A mano armada” facturáis un ska muy estilo Two Tone como es “La esquina de tu casa”, incluso tu estética a veces evoca al Joe Strummer más rocker. ¿Hasta qué punto la influencia inglesa de la segunda mitad de los 70 está presente en vuestra música?
No sabría decirte hasta qué punto se nos puede apreciar dicha influencia pero sí que es cierto que, a título personal, siempre he tenido muy presente a Los Clash en todas mis formaciones. El tener a un batería tan punk en Los Fusiles (Pablo Guinea) y a un bajista tan versátil como Juanlu ayuda a armar canciones más macarras o pintureras respectivamente. Creo que el ramalazo punk en Los Fusiles es más que evidente en temas como “Sólo esta noche”, “La reclamación”, “El Olvidao”, “Pasacalle en la ciudad”, “El Ritual” o “No me tientes”. El ska al que te refieres, “La esquina de tu casa”, sí que bebe directamente del estilo Two Tone que popularizaran bandas como Los Specials o Los Madness. De hecho la intro se parece mucho al “Night Boat to Cairo”. Lo que pasa es que nos la llevamos a nuestro terreno convirtiéndola en una especie de pasodoble-ska verbenero. Es como nuestro “Al calor del amor en un bar”.
Deteniéndonos en “A mano armada”, no puedo evitar preguntar por el que fuera primer adelanto hace ya unos meses, “Que no se acabe nunca”, una canción muy hermosa pero muy arriesgada, con más de cinco minutos de duración y un solo final de guitarra que bien pudiera recordar al mismísimo Santana, ¿detectasteis cierta sorpresa entre los fans?, ¿cómo percibisteis la acogida de un tema con una factura tan a priori poco rockandolera? He decir que a mí personalmente, al margen del final a lo Santana, me recuerda a un trío inglés muy apreciable llamado The Lodger y en concreto a su canción “The Good Old Days”, no sé si los conocéis pero aprovecho para decirlo.
No la conocía, no. Sí que se da un aire en el ritmo y en la intención. En cuanto a si detectamos sorpresa entre nuestros seguidores te puedo decir que encuentras reacciones de todo tipo. Mayormente, de primeras, produjo un tanto de rechazo. Te hablo de mis amigos más cercanos. Lo que pasa es que la gente es muy educada y no te lo dice a las bravas. Quizás es una canción para otro tipo de público al que no tenemos acceso. De Los Fusiles se espera pop-rock a la antigua usanza y eso es difícil cambiarlo. Es normal. Por supuesto también hay quien le parece un gran tema. A mí, particularmente, me parece una de nuestras canciones más bonitas y bien hechas. Estamos muy orgullosos de la coda final instrumental. No es fácil crear este tipo de ambiente.
Es inevitable preguntaros por vuestra vida paralela como banda de acompañamiento del poderoso crooner punk-rocker Freddie Dilevi, ¿qué tal compagináis ambas actividades?
En realidad nunca he llegado a compaginar a Freddie con Los Fusiles. El resto de la banda sí lo hace con intermitencias. Cuando comenzamos con Los Fusiles, Freddie estaba en barbecho. Luego volvió con un nuevo proyecto pero no requería tanta guitarra y sólo le acompañó Quique. Al llevar su proyecto en solitario, Freddie puede tantear a varios músicos en función a sus necesidades. La última vez tocó con él la banda sevillana All La Glory de la cual todos sus miembros son músicos de primera fila.
Una de las evidentes grandes bazas de las canciones de Los Fusiles son las letras, mayormente firmadas por ti, ¿hay algún letrista que te haya influenciado especialmente?
El rock español está plagado de buenos letristas. Se me vienen a la cabeza autores como Sabino Méndez, Jorge Martínez, Yosi, El Drogas o Josele Santiago. Pero respondiendo a tu pregunta tengo que decir que, si no el que más me ha influenciado, el que más me gusta es Jaime Urrutia. De pequeño sonaba en mi casa el “Camino Soria” y ya me paraba a oír con atención sus versos. Me gustaban especialmente “La fuerza de la costumbre”, “La sangre de tu tristeza” y “Como un pez”. Toda la discografía de Gabinete Caligari, exceptuando el “Gabinetíssimo”, es de primer nivel. Me apasionaba imaginarme las localizaciones de los personajes que presentaba Urrutia en sus canciones. Todavía sigo pensando en el mismo puerto ficticio que imaginé en mi infancia cuando escucho la desdichada vida del “pobre hombre” alcoholizado que “ni su nombre sabe ya decir con tino”. O ese camarero que lee el As con avidez. O los maquis y grescas gitanas de sus primeros textos. Imagino que cuando desarrollamos a los maltrechos personajes fusileros Jaime Urrutia tiene mucha culpa.
Personalmente creo que una de las razones por las que estas letras conectan tanto con el oyente es por esa especie de costumbrismo de clase obrera con el que resulta tan sencillo identificarse a poco que uno siga pisando la calle y siendo consciente de su rol en la sociedad, pero con una mirada muy poética, ¿es esa cotidianidad de la “common people” que diría Jarvis Coker la principal inspiración a la hora de escribir?, ¿qué más podrías contarnos sobre tu particular inspiración?
Sin duda. El trabajar de cara al público (hablo de mi trabajo de lunes a viernes, no de la música) y ser observador te da una perspectiva muy terrenal a la hora de describir determinadas situaciones y personajes. Es un poco una disyuntiva ésta en la vida del artista que suele tener mucho de introspectivo. El artista suele tener mucho ego en el sentido de tener la necesidad de contar al mundo cómo se siente perdiendo muchas veces el contacto con la realidad común. En las creaciones de temática amorosa se suele mucho llevar el asunto a un grado superlativo para buscar conmover. No creo que Bécquer sufriera tantísimo de amor. En cambio cuando se cuenta la vida de alguien de a pie de calle la descripción es mucho más cercana y real. Ambas fórmulas son válidas.
¿Crees que, y evitando caer en el panfletismo político, el rock’n’roll sigue teniendo un componente socialmente galvanizador, que despierte conciencias?
No. En realidad el rock and roll nace como resultado de la generación del bienestar estadounidense una década después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. En el rock and roll primigenio se hablaba de coches, ir a bailar, perseguir a chicas guapas y pasarlo bien. No tuvo un origen revolucionario que preocupara al capital. Sí fue un dolor de cabeza para los más puritanos y para el orden social. Luego, con el movimiento hippie, la tendencia seguía estando más en pos de las libertades individuales y el pacifismo; nuevamente nada grave para el poder establecido. Con el punk de finales de los setenta sí que hubo bandas que empezaron a mojarse con sus textos. En España tuvimos el género del llamado rock radical que sí que en muchas ocasiones llegó a ser explícito usándose por los jóvenes como credo aunque, en realidad, la cosa no daba más que para pegarse la juerga. En cualquier caso el rock, al menos en España, está tan envejecido que bastante tiene ya con sobrevivir y dar paseos largos a media tarde. Desconozco si hay hoy día otros géneros musicales que intenten despertar conciencias. Creo que el trap o el rap tienen letras tal y cual. El fin de la música siempre será el disfrute y no el despertar conciencias. La conciencia te la despierta el hambre y las injusticias. Cuando alguna vez, que no son muchas, Los Fusiles tratamos algún tema político lo hacemos con el afán de retratar no de intentar despertar conciencias. No somos tan ingenuos.
Musicalmente, y más allá de los obvios grandes nombres propios de la historia del rock’n’roll, ¿qué bandas o artistas o recientes os despiertan más curiosidad y estáis siguiendo?
Si te digo la verdad escuchamos pocas novedades en materia de rock más allá de los discos que sacan nuestros amigos. Te los menciono, qué ilusión: Chencho Fernández, Pájaro, Casas y la Pistola, Riverboy, Fundación Francisco Frankenstein, Santiago Delgado y Los Runaway Lovers… ¡Y Freddie Dilevi! Al último concierto que asistí fue al de Rita Payés, una trombonista de jazz que hace también boleros y músicas de otros lares. Después vengo escuchando mucho últimamente a Alfredo Zitarrosa. En materia de rock and roll sigo yendo a ver a Loquillo, Los Enemigos o Los Ilegales. Qué quieres que te diga. En dos semanas me toca ver a El Drogas que cantará canciones de Barricada.
Por último, ¿cuáles son los proyectos inmediatos de la banda?, imaginamos que en gran medida estarán relacionados con presentar el nuevo disco sobre las tablas, ¿qué podéis anticiparnos al respecto?
Pues sí. Estamos deseando que llegue abril para echarnos a la carretera. En abril estaremos en Sevilla, Málaga y Córdoba. Poco más adelante estaremos en Madrid, Valladolid y Logroño. Esperamos confirmar muchas más fechas en breve.
Pues muchas gracias por vuestro tiempo y mucho éxito con vuestro nuevo “A mano armada”. ¡Salud y rock’n’roll!
A vosotros, el placer ha sido mío.
Autor: Pepe Kubrick
Copyright Sonic Wave Magazine 2009