Entrevistas
17-11-2014
Los Enemigos, veteranos como antes
Varios lustros de separación no han menguado el impacto de Los Enemigos en el imaginario del panorama rockero español. Fueron una banda que se ganó el respeto y el aprecio de propios y extraños haciendo las cosas a su manera. Con naturalidad, sin aspavientos y con un buen montón de canciones y conciertos memorables. Que de eso es de lo que se trata. Pasados diez años de su separación se juntaron con la idea de hacer dos conciertos de forma puntual. La cosa cuajó. Se sentían a gusto en su piel, se llevaban bien y la banda sonaba. La Revuelta Enemiga, nombre que escogieron para su gira de retorno, duró dos años de forma intermitente. Y sin comerlo ni beberlo tenemos a punto de editarse “Vida Inteligente”. Catorce nuevas canciones enemigas
“Vida inteligente” es un trabajo rico y variado, con todos los ingredientes típicamente enemigos además de algunas novedades. Abundan los medios tiempos, como “Mare nostrum” (grandísimo texto), “Estrella fugaz” (espléndida guitarra de aires bluseros) o la bellísima y escueta “Cuatro cuentos”.Pero también tenemos temas macarras y descarados típicos de la casa, “Santos Inocentes” o “Cementerio de elefantes”. O más contenidos e igual de intensos, como tema que titula el disco o “Aflición”. Y también menos ortodoxos como “Ciudad Satélite”, con su peculiar mezcla de rock y pop.
La producción es muy orgánica y agradecida y entra muy bien al oírlo. A nivel individual, Josele está sobresaliente con unos textos repletos de poesía, ironía y también actualidad. Y como cantante ofrece variados registros, quizá algunos de ellos como evolución fruto de sus trabajos en solitario. Manolo Benitez toca su guitarra con un gusto y un acierto envidiable, una gozada escucharla. Chema y Fino dinamizan todos y cada uno de los temas y este último se anima a poner voz a uno de ellos.
En definitiva, un disco a la altura de las circunstancias. Repleto de buenísimas canciones, hecho con mimo y esmero. Imposible pedir más.
Para hablar un poco de este “Vida Inteligente” y del momento por el que pasa la banda, Fino nos atiende con amabilidad y simpatía. Un tipo que trasmite al interlocutor toda su pasión y energía. Igual que cuando esgrime su bajo en el escenario.
Hola Fino, ¿qué tal la promoción del nuevo disco?
Bueno, estamos ahí, forma parte del trabajo. Estamos muy calientes y muy emocionados con la salida del disco y estamos de intensivo, de promoción toda la semana y grabar un vídeo. Un videoclip oficial. Tenemos poquitos videoclips pero también encartaba hacer uno y hemos contactado con Pablo Vega que es un director que ha hecho algún video clip, tiene sus pinitos hechos y comenzamos a rodar el lunes. También van a ir un par de actores y bueno, ¡ya lo verás! Es del tema “Vida inteligente”. Creo que es la canción que todos teníamos claro que era la que tenía que salir de Enemigos. Refleja un poco el momento que estamos pasando, el rock evolucionado de Los Enemigos y que representa para nosotros algo actual. Después con toda la temática de la dualidad y todo eso.
A título personal comentarte que me ha parecido un gran álbum, ¿ha cumplido las expectativas artísticas que habías puesto en él?
La verdad es que estamos muy contentos. Siempre, cuando grabas un disco estás contento porque es lo que acabas de hacer y lo defiendes. Después de quince años, enfrentarnos a un nuevo disco de Enemigos tenía que ser algo que sintiéramos de verdad. Después de La Revuelta, que se alargó un par de años, nos lo tomamos con mucha calma y tampoco era cuestión de mantenerla. El cuerpo ya te pedía hacer algo nuevo porque también te puedes cansar. De una forma natural surgió. Josele sigue haciendo canciones, también para su proyecto, a mí también me pidió alguna idea, trasteamos en el local de ensayo a ver que tan funcionaban. Había muy buen ambiente y la verdad, nos metimos a saco. Iba a ser al principio un EP de cuatro canciones, y pues no tienes prisa tampoco, la ansiedad por sacar algo rápido. El otro día, me hacía gracia, me decían: ¿qué tal el primer disco después de diez años? Y yo, no: ¡después de quince años! Me alegra que me digas que te gusta. Por supuesto estamos encantados que nos digan que les gusta y nosotros sentimos que es lo que íbamos buscando. También lo hemos arropado con Carlos Martos, productor de casi toda la discografía del grupo y que es prácticamente como el quinto Enemigo. Ha sido una experiencia muy chula. Grabándolo todo en directo, en una sala grande. Ya hay pocos estudios que lo tengan y queríamos poder tocar todos a la vez y bueno, pues ahí está.
Se grabó en dos tandas, con varios meses de intervalo, ¿cuál fue la razón?
La primera etapa fue un poco tocar todos, en una sala en directo, lo que pasa que justo en ese momento se le detectó a Jose un pólipo y tuvimos que parar. Íbamos a aplazar la grabación, pero estaba ya todo muy preparado, llevábamos un mes ensayando y ese momento había que captarlo y lo grabamos. Luego Chema, que parece que le dio envidia, se partió la cadera, total que la mitad de los Enemigos estaba lesionado. Josele se recuperó y ya en Junio retomamos la grabación y metió la voz y un par de solos. Y las mezclas. Si no hubiera sido esto hubiera salido en Marzo, pero vamos, que tampoco pasa nada. Las canciones se mantienen ahí y ahora mismo lo que estamos es con muchas ganas de hacerlo en directo.
¿Qué peso va a tener en el repertorio en directo las nuevas canciones de “Vida Inteligente”?
Eso lo tenemos que ir viendo. Ahora mismo lo que queremos es que la gente vaya escuchando las canciones. El disco sale el 18 de Noviembre y cómo estamos nosotros preparándolo todo, autoeditándonos, también saldrá en formato vinilo y creo que para febrero o marzo prepararemos una gira por salas. Ocho o diez conciertos para ofrecer estas canciones y después habrá algún clásico. En principio nos gustaría mucho hacer el disco completo. Lógicamente si tocas en un festival y tocas una hora pues tienes que tirar de viejo material, clásicos, canciones más conocidas. Pero desde que nos hemos juntado estamos haciendo canciones antiguas, las tocamos con mucha energía, las sentimos muy vivas. Sobre todo lo que nos ha sorprendido, y también ha ayudado quizá a decidir todo, es la respuesta de la gente. Al principio era una propuesta de trabajo, hacer dos o tres conciertos. Nos llevamos bien y pensamos si valdría la pena. No hacerlo de una forma falsa. De pronto, la respuesta de la gente ha sido tan intensa y tan grata que se recibe en el escenario y ha influido en que digamos: Oye, ¿por qué no seguimos un poco más? Y nos ha llevado a tener un álbum nuevo sin darnos cuenta.
Esa respuesta del público también es recoger la buena labor que hicisteis como banda, aunque hayan pasado tantos años.
Claro, fueron diecisiete años de trabajar día a día e ir avanzando poco a poco. De trabajar por lo que queríamos hacer: escribir canciones, sacar discos, tocar y poder vivir de ello. Dejarlo, volver y encontrarte esta aceptación y ese cariño, ver cómo lo recibe la gente, pues es algo muy grato.
¿Así que también sale en formato vinilo?
Sí, en vinilo, con el cede incluido y en digital. Hay que adaptarse a los tiempos y también al seguidor de Los Enemigos le gustará tenerlo en vinilo. Nosotros también somos compradores de vinilo.
¿Qué te parece esta vuelta que ha tenido el vinilo?
Pues sorprendente. Ahora mismo parece que los cedes los tiran a la basura. Aunque también aquello fue un poco engaño. Nos dijeron que iban a sonar de maravilla. Pero los vinilos, si están bien hechos tienen su calidez, su transmisión. No sé lo que cuanto se mantendrá pero es curioso lo que me preguntas porque las pocas fábricas que quedaban, que además estaban a punto de desaparecer, ahora mismo tienen overbooking. Y está fabricando todo dios vinilo.

También han subido los precios…
Han subido bastante. En cuanto una cosa se vuelve apetitosa o tiene algo de mercado, sube. Nosotros vamos a intentar no ponerlo muy caro. Queremos hacerlo con cariño y bien. Por eso aunque hemos tenido alguna propuesta de un sello, lo editamos nosotros. Como cuando lo dejamos con “Obras escondidas”, que sacamos nuestro vinilo blando doble con un DVD, que no había de Los Enemigos. Cuando lo dejamos editamos nuestro propio álbum y ahora que volvemos lo hacemos de la misma manera. ¿Qué mejor que en casa? Tiene un montón de trabajo extra pero lo vamos a hacer todo lo mejor que podamos.
Las canciones las compuso Josele y tú aportaste algunas ideas, ¿cómo fue el proceso de montar después los temas con la banda al completo?
Esta vez hemos trabajado un poco a distancia. Cada uno tiene sus cosas, esa flexibilidad la tenemos, lo único es que quedábamos para preparar los conciertos que había, que tampoco eran tantos. Ha habido momentos en que ha habido varios meses sin vernos. Cada uno estaba con sus cosas. Yo estaba con mi editorial Libros de Ruido o con Clovis, Chema con el teatro. Pero es verdad que cuando Josele propuso canciones, quedábamos para ensayar cada tres meses o así y cada uno aportaba. Nosotros nos conocemos de tantos años que cada uno aporta lo que le sale de dentro y eso va dando forma a las canciones y después es un trabajo de tocar en el local. Básicamente las composiciones son de Josele y la pequeña aportación que he hecho yo con un par de ideas.
¿Cómo te animaste te a cantar uno de los temas?
Esa canción la propuse y me dijo Josele que porque no la cantaba yo. Yo había escrito la letra, me ayudó a acabarla y me animó a cantarla. En directo a veces hago una y yo por otro lado hago mis cosas. En Enemigos me sentía arropado y tenía sentido que yo cantara una aportación mía. Me sentí muy bien y me da alegría de que hayan ayudado mis compañeros. Quizá es una canción guitarrera pero es más pop, es un poco más hablada y tiene ese punto no tan clásico. La temática es un poco la decadencia, la esperanza, una dualidad, de a ver por donde salimos. Estoy contento de cómo ha quedado porque las cosas se transforman mucho con según quien toques y en este caso me sentí muy arropado por todo el grupo. Josele el primero. Así que perfecto que se haya podido introducir.
Todo el disco es bastante dinámico, tocáis casi todos las facetas de Los Enemigos y algunos temas son diferentes, más sorprendentes.
Si, date cuenta de que Los Enemigos hemos tocado muchos palos. No hemos sido un grupo unidireccional. Hemos trabajado desde el rock’n’roll más clásico, al rock más bruto, a los medios tiempos, al pop, pero todo filtrado con un toque muy personal. Con toda la lírica, los textos de Josele, con la forma de interpretar que tiene él, tanto con la guitarra como con la voz, que le dan un carácter muy peculiar. Después arropado con todo nuestro armamento, nuestros arreglos, creo que es muy variado y yo lo veo muy natural. Hay canciones que podrían parecer muy de Josele en solitario pero después al rodearlas con nuestras aportaciones ha cogido un punto muy Enemigo. No se cómo describirlo. Hay canciones con ambiente más punk como “Santos Inocentes”, a todos nosotros nos gustaba la etapa de los Buzzcocks, los Stranglers, todas las influencias que haya podido haber. Somos todos muy diferentes pero coincidimos en un punto en común, que por decirlo así, no es una cuestión de estilo. Enemigos abarca canciones de temáticas muy diferentes, ya sea en texto cómo en ambiente. En ese sentido nos sentimos muy naturales, tocando rock’n’roll muy clásico, muy potente, cómo una canción menos clásica como la que comentábamos antes de “Ciudad Satellite”. O por ejemplo una canción con una temática muy dura y vista desde otro ángulo, como “Firme aquí”. Con esa calidez que tiene.
Las letras muchas veces no expresan de manera directa una cosa, son más sugerentes, menos obvias…
Sí, es la manera de escribir de Josele. Hay algunas que quizá son muy claras, como “Firme aquí” que habla un poco de las preferentes o “Cementerio de Elefantes” que es una caricatura del rockero, que podemos ser hasta nosotros mismos. Es cómo reírte de ti mismo. Es un homenaje a la gente que se ha dedicado al rock’n’roll, pero con un punto de respeto. Luego hay otras que tienen diferentes lecturas, con mucha poesía. Josele no escribe de una forma muy cerrada.
Ya que has citado “Cementerio de Elefantes”, me ha hecho gracia la frase que dice: “No hay relevo ni hay ná”. ¿Cómo veis vosotros a las nuevas generaciones? ¿Hay gente en la calle haciendo cosas nuevas o está más apalancada?
Como te decía eso de “no ha relevo” es una pequeña caricatura. Yo siempre creo que hay relevo, lo único es que te acerques más, creas que tienen más energía, lo que cuentan tenga más sentido. O tengan algo que contar que no sea solo una moda, una estética. Pero siempre hay gente haciendo cosas. Ahora mismo con toda la tecnología, con las facilidades que hay, pues fíjate. Hay cientos de grupos, cientos de discos que salen día a día. A mí me gusta estar un poco atento o descubrir cosas nuevas. Es que si no hay relevo sería… ¡buf!
Hablando un poco de los textos, ¿se puede hablar de política de una forma poética o también están hablando de algo más?
Creo que sí. Aquí hay temas que se tocan de una forma poética y no de una forma panfletaria. Fíjate en “Firmarás” que es desde el punto de vista del otro, del malo por decirlo así. Te descoloca pero por otro lado te hace reflexionar. Dentro de las letras de este disco hay temática social, lógicamente, todo lo que pasa en estos momentos ha influido a Josele.
Pero siempre tiene su toque de ironía y de humor.
¡Claro, claro! Eso siempre. Incluso en “Vida Inteligente” con la dualidad, el Dr. Jeckill y Mr. Hyde, el Ying y el Yang. Con esas las frases cómo “ve tú delante que luego voy yo”. Tú estás currando ahí a tope y luego se lo está llevando otro por detrás. Y ahora están apareciendo un montón de los que estaban detrás, que eran invisibles. Le puedes buscar una reflexión a todo.
Por otra parte, los textos se mantienen por si mismos. Si los lees sin el acompañamiento musical, mantienen toda su fuerza.
Si, tienen mucho peso. De hecho en el libreto solo aparecen los textos, sin decoración. Lo vimos todos igual: nosotros, el diseñador. Y quedó así.
¿Cómo surgió la idea de la portada? Tiene un doble sentido y además ese toque castizo que os suele gustar.
Cuando hablábamos de la portada Josele vino con la idea de la llave inglesa, que habló con Santiago Bueno. Es un artista que había hecho una portada de un álbum suyo. La verdad es que es un pintor acojonante y pilló la idea e hizo un montón de pruebas. La idea es que fuera como una llave que tuviera peso, que representara algo tangible dentro de la actualidad que vivimos. Estamos rodeados de cosas inteligentes, ordenadores, móviles, que nos asilan y parece que no todo funciona. Es cómo tener una herramienta, algo que sabes que funciona, que es muy sencillo. También un arma, es algo obrero. Es un poco un símbolo. Te puede dar para reflexionar sobre muchas cosas.
Con este disco de retorno habéis completado el círculo vital de una banda de rock. ¿Dónde os podrá llevar esta nueva etapa? ¿Dónde os veis dentro de un tiempo?
No hemos pensado nada ni a largo ni a medio plazo. Sin darnos cuenta nos hemos metido en una espiral que nos han llevado aquí. Vivimos el momento. Ahora lo que queremos es que la gente escuche el disco, que le guste y poder ofrecerlo en directo. Y vivir estos momentos, que yo creo que son muy peculiares porque lo reflexionas y dices, ¡es un disco después de quince años! Hemos estado diez años separados, cada uno ha hecho lo que ha querido, y quiere seguir haciendo sus cosas. Es como una nueva etapa de Enemigos y no nos vamos a poner a pensar muy a largo plazo. Lo que esperamos es que guste y estamos muy emocionados, con los nervios. Después de haber sacado tantos discos esas cosillas pues las sigues teniendo: ver que opina la gente, que aceptación tiene. Pero es una cosa humana y normal que le pasa a cualquiera que saque un disco. Lo que queremos es poder disfrutarlo y tocar en directo lo antes posible.
¿Tenéis alguna idea de hacer algo por escrito de Los Enemigos, como aquel libro “Dentro” o algo de tipo audiovisual?
En principio, no. Josele siempre está escribiendo. Tiene una columna en Babelia, sus pensamientos, sus cosas, canciones. Yo por ejemplo estoy con la editorial Libros de Ruido, que he sacado varios libros. Pero sobre Enemigos no tenemos ahora pensado nada. El libro que hicieron los quiques fueron conversaciones con ellos, con anécdotas y tal. No sabemos si en futuro se planteará. Ahora no hay propuesta, ni idea, ni ganas. Había una idea de un documental pero nosotros bastante tenemos cómo para complicarlo más. Esto que al principio era una pequeña reunión, se ha convertido en un proyecto con un disco nuevo y no queremos meternos en demasiados líos. Pero nunca se sabe. ¿Quién te iba a decir a ti hace un par de años que íbamos a grabar un disco? Te aseguro que nadie te iba a decir que sí.
En la situación en la que estamos, editar un disco y hacerlo llegar a la gente es prácticamente un acto heroico.
Para nosotros es una sorpresa. Pero también es una inquietud. Josele sigue haciendo canciones, yo también y todos somos músicos. Yo tengo otros proyectos en los que intento sacar otras ideas diferentes a lo que pudiera ser Enemigos. Lo que si es verdad es que nos da mucha pena que los estudios grandes con salas grandes, estén desapareciendo. Para transmitir música como Los Enemigos nos parece un ingrediente muy importante el poder estar en una sala, con micros de válvulas, con mesas analógicas, etc. Todo eso se va perdiendo. Ha habido una crisis muy fuerte e igual que afecta a otros gremios, también afecta a este. Pero que desaparezcan tantos estudios es algo que jode mucho. Para grupos de rock como Los Enemigos es un sitio muy importante, donde se captan esos momentos y esas interpretaciones. También ahora cualquiera se graba un disco en su casa.
También lo decía por el lanzamiento. Se hacen muchísimos discos pero apenas hay filtros y muchos buenos discos se quedan en el limbo. No se escuchan.
Se están utilizando todas las herramientas nuevas y hay muchos discos que se hacen muy caseros. Yo he hecho alguno. No por eso pierde su vigencia o su calidad. Lo importante al fin y al cabo son las canciones. Si es verdad que para muchas bandas el poder hacerlo de esa manera, en un estudio amplio, encarece mucho y no hay presupuesto para poder hacerlo. Para nosotros ha sido una sorpresa.
Autor: M. A. Velaza
