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05-04-2016

Iggy Pop, post pop depression


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Estoy convencida de que las grandes cosas surgen de pequeños gestos, y en este caso, fue un pequeño escrito el que propulsó este cohete hasta el Oddity y más allá.

“Sería estupendo si nos juntamos alguna vez y escribimos algo. Yo quiero ser libre. Para ser libre, tengo que olvidar. Para olvidar, necesito música. Josh la tiene, así que provoqué un primer encuentro, seguido de una avalancha de escritos. Josh se aceleró y creamos un gran estruendo en el desierto de EE UU” -Iggy Pop.

Quien le diría que aquella reflexión sobre la libertad le llevaría a crear este maravilloso trabajo, impecable, brillante, oscuro, profundo y desgarrador. Tal vez ese fuese el objetivo, la simple idea de olvidar te permite remover el pasado y crear un presente liberador que tiene un futuro. Y en Post Pop Depression, se sumerge hasta los rincones más recónditos de susentrañas, viaja hasta Berlín en “German Days”, revive su amistad con Bowie en “Gardenia”, mira atrás donde los ritmos y la música se acompañaban con voces femeninas al más puro estilo funk para terminar con un sonido orquestado y elegante, como esos ansiados viernes que deseas y que vives con ritmo antes de que empiece a sonar la música pero de repente te topas con el domingo y piensas...ha merecido la pena, eso es “Sunday”. No puedo negar que este disco me parezca una locura, y si Iggy Pop se permite quejidos flamencos en “Vultures”…llévenme a un psiquiátrico!

“Chocolate Drops” suena a Bowie y se resume en otra reflexión “cuando caes a lo más bajo, y estás cerca de la cima, la mierda puede transformarse en gotas de chocolate”, un poco decadente pero es así. Y trás este rewind hacia el pasado, llegamos a dónde quiere llegar, hacia el olvido y es en “Paraguay” donde alcanza esa liberación, a través de la música y de quien la tiene para él, Josh Homme.  A ellos se les han unido otros dos músicos igual de influyentes, el batería de la banda británica Arctic Monkeys, Matt Helders, y el bajista y teclista Dean Fertita, para crear esta auténtica genialidad, un álbum que proyecta la sombra de David Bowie y el recorrido de Iggy Pop.

Brindemos por los viejos tiempos, la amistad y la libertad de Post Pop Depression.

Altamente recomendado.

Autor: Cristina Sánchez García

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