El amigo Tony Molina viene de San Francisco y es eso que comúnmente se suele llamar culo inquieto. Comenzó hace ya más de una década y siempre se ha movido entre coordenadas pop y hardcore. Uno de sus primeros proyectos serios fueron Ovens, pero también ha militado en muchas bandas más tales como Dystroph, Violent Change, Lifetime Problems o Caged Animal.
Pero este “Dissed And Dismissed” (Slumberland Records / PopStock!) es por fin su debut en solitario. Antes también grabó el Ep, “Six Tracks” en el que destacaba su versión del ‘Orion’ de Metallica. El disco se puso a la venta el pasado año y se vendió de manera sorprendentemente rápida. Es por eso que Slumberland Records lo ha reeditado en vinilo, compacto y digital. En muchos medios se le nombra como su máxima influencia los Weezer de Rivers Cuomo y bastante de eso hay. También se habla de Thin Lizzy, The Choca poderosamente la atención el hecho de que se meriende doce temas en menos de 12 minutos de duración. Arranca festivo y con aires de himno en ‘Nowhere to go’. ‘Change my ways’ posee el raca-raca de los Ramones con voces más cercanas a Weezer o The Lemonheads. Se marca preciosas melodías pop como ‘Can’t believe’ y ‘Tear me down’ en menos de 45 segundos y con guitarras saturadas de fuzz. Tiene buenas perlas acústicas como ‘Sick ass riff’ y su versión del ‘Wondering boy poet’ de Guided By Voices, en las que recuerda a los discos acústicos de Evan Dando. ‘See me through’ es de nuevo un Ramones meets Weezer en tan sólo 40 segundos y ‘Don’t come back es la más larga pues se va hasta el minuto y 32 segundos con unos punteos muy J. Mascis (Dinosaur Jr.) y unos riffs casi metálicos. ¡Toda mi simpatía para él y nombre a apuntar! 

Autor: Txema Mañeru