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10-11-2001

Descubriendo a los Ramones con Arturo Vega (y II)



Segunda parte del artículo que sirve como homenaje a Joey Ramone. Una entrevista con Arturo Vega, una de las personas que más de cerca vivió a los Ramones.

Segunda parte de la conversación que Jonathan Vidal mantuvo con Arturo Vega. No dejes de leer la primera!

Dee Dee, que pasó su infancia en bases militares americanas en Alemania tras la guerra mundial, siempre ha tenido una especial fascinación por la simbología y estética militar nazi. No hay que olvidar que uno de sus hobbies favoritos era recorrer descampados en busca de balas, armas, cascos y demás parafernalia bélica.

Esta fascinación era plasmada en algún texto de los Ramones, con alusiones directas a los nazis y fue compartida por Arturo Vega, que pintó en alguna ocasión swastikas en sus obras. Desde luego al salir esto a la luz fue ampliamente malinterpretado, y él nos lo explica de la siguiente manera:

"Es una manera de explorar el mal. Creo que la fascinación por el mal es totalmente generalizada. Lo ves en Star Wars, el “reverso oscuro de la fuerza”, y en las películas uno siente una fascinación por el malos, el villano siempre tiene algo de atractivo. Para mí era una exploración de eso, del mal, porque creo que realmente el verdadero bien no existe hasta que lo enfrentas al mal.

Las pinturas de las swastikas a mí me parecían un juego muy interesante, una manera de poner a la gente en una situación en la que tenían que tomar una decisión instantánea. Las swastikas estaban pintadas con colores fosforescentes, y gráficamente eran muy bonitas, dulces, el diseño era muy dinámico y visualmente muy atractivo. El propósito era mostrar a la gente algo que ellos asociaban directamente con el mal pero que al mismo tiempo les atraía, y tenían que tomar una decisión.

También había quien reaccionaba negativamente. Yo dije que las swastikas eran unos detectores de fascistas: el que te dice “¡no puedes hacer eso!”, tiene algo que esconder...¡ése es un fascista seguro!, ha ha ha".


Arturo también nos señala que tanto Joey como Tommy provenían de famílias de ascendencia judía, lo que en principio demuestra –por si alguien todavía lo dudaba- que los flirteos ramonianos con elementos nazis provenían más del humor negro que de otra cosa.

Tras la santa trilogía de la discografía ramone (sus tres primeros LP’s), la banda inició un viaje hacia sonidos más edulcorados en cuanto a la producción de sus trabajos. Si bien "Road To Ruin" todavía suele ser incluido entre los discos cañeros de los Ramones, ya se aprecia un progresivo suavizamiento , se incorpora algún que otro punteo de guitarra, baladas con sonido acústico... un cambio de rumbo que tuvo su máximo esplendor en "End Of The Century", el disco producido por Phil Spector, y también en "Pleasant Dreams".

Es lógico pensar que la banda sintiese la necesidad de conseguir un aumento de las ventas de sus discos a base de hacer su sonido más accesible y de trabajar con renombrados productores. Recordemos las penurias económicas que pasaban pese a mantenerse todo el tiempo en activo. Pero nunca ha quedado muy claro si este reblandecimiento del sonido de los Ramones, que corrió paralelo al reblandecimiento del punk para desembocar en new-wave, fue algo premeditado por parte de la banda o si fueron imposiciones del sello.

Ni siquiera Arturo nos puede sacar mucho de dudas... "La traición fue oficial. Seymour Stein, el presidente de Sire Records, en una nota de prensa lo dejó claro: "don’t call it punk, call it new-wave" (no lo llaméis punk, llamarlo new-wave). Para mí fue una traición total, el intentar suavizarlo, hacerlo digerible para las masas. Ellos ya se habían convencido de que el punk en estado puro no iba a ser aceptado, así que trataron de diluirlo. Los Ramones siempre lucharon porque los discos sonaran más como ellos querían".

Pero al mismo tiempo Arturo apunta que tras los cuatro primeros discos la banda accedió a edulcorar su sonido en vías de conseguir un mayor éxito comercial. "Tanto en "Road To Ruin" como en el disco que produjo Spector se ve un intento de ver si este cambio resultaba, pero después de eso ellos mismos se sintieron derrotados, hasta confusos. Ellos accedieron a este intento de suavizarlos. Recuerdo en el viaje de vuelta de Japón, en tiempos d la película "R’n’R Highschool", Johnny y yo nos sentamos juntos y tuvimos una larga charla al respecto.


Él me dijo abiertamente que se había dado cuenta de que los Ramones no iban a tener el éxito que esperábamos al principio. Estaba resignado y me dijo que tal vez había que buscar por otro lado, otras alternativas. En mi opinión mezclarlos con Spector fue algo que pudo haber funcionado si hubiera habido más cooperación entre las dos partes, pero Phil está loco, acostumbrado a hacer las cosas completamente a su manera.

Joey fue el único que puso su confianza en él, ya que era muy aficionado al trabajo de Spector en los 60, estaba encantado, pero el resto no estaba entusiasmado ni mucho menos, por lo que hubo mucha fricción y falta de cooperación. De hecho "End Of The Century" fue uno de los discos más vendidos, pero decepcionó mucho a los fans de base".


Pese a toda esta situación de incertidumbre en cuanto al rumbo que la banda debía tomar en sus trabajos de estudio, las cosas pintaban bien. Con la entrada de Gary Kurfirst en el puesto de manager los Ramones no pararon de girar a lo largo y ancho del planeta, aumentando su armada de fanáticos, que al fin y al cabo era lo realmente importante. "Yo nunca escuché demasiado sus discos. Nunca lograron capturar lo que la banda ofrecía en directo. Los conciertos de los Ramones siempre estuvieron abarrotados y tuvieron mucho éxito, mucho más que los discos".

Entrando en la década de los ochenta la banda sigue su trepidante ritmo de trabajo pero esta época se recuerda como un bache sobretodo en lo que a la relación personal entre los integrantes del conjunto se refiere. Así como hasta finales de los setenta para el paciente investigador ramoniano no ha sido demasiado difícil acceder a suculentas anécdotas –que darían para otro artículo entero-, poco ha trascendido de los ochenta.

"Nunca hubo peleas, lo que sucedió es que empezaron a crecer como individuos, perdieron lo que tenían en común cuando eran amigos que vivían en el mismo barrio y hacían y compartían las mismas cosas. Después cada cual empezó a vivir su vida por su lado y se convirtieron en individuos muy diferentes. Lo que los mantuvo unidos fue el que todos tenían esta lealtad absoluta hacia el conjunto, por mucho que Joey y Johnny no se soportaban en algunos momentos, a los dos les interesaba lo mismo: el éxito de la banda.

Nunca nadie hizo algo que fuera a herir a la banda. Eso nunca lo perdieron. Incluso Dee Dee tuvo la dignidad de salirse de la banda en el momento en que se sintió ajeno a ésta. Pero peleas nunca hubo, era una falta de comunicación. Cada uno se retiró a su mundo y la convivencia era mínima. Se hablaban de forma cordial casi siempre pero sin amistad realmente".


Tras la deserción de Marky debido a sus problemas con el alcohol en plena grabación de "Subterranean Jungle", fue sustituido por Richie, que compuso un puñado de buenos temas para el grupo pero del que poco o nada se sabe: "Richie tenía muy buena onda, era buen batería y buen tipo, pero cometió el error de caer en manos de la novia, algo muy común en el mundo del rock & roll. Le metió muchas ideas en la cabeza: que si podría estar mejor en otro grupo, que si su talento se perdía en los Ramones, que podía ser más importante... y le convenció.

Tal vez haya habido algo de cierto en todo eso. La situación de Richie al entrar era difícil porque el conjunto ya estaba formado. El control estaba completamente en manos de Joey y creativamente en las de Dee Dee y Joey, y no había lugar para él más que ser el batería. Pero realmente fue ella la que lo instigó a salirse. No se sabía nada acerca del paradero de Richie hasta la muerte de Joey, cuando llamó a Monte Melnick para preguntar si podía asistir al funeral. Está trabajando de ejecutivo en una compañía de software".

Otro de los puntos oscuros del anecdotario ramone en los ochenta fue el incidente que tuvo Johnny en agosto del 83 con otro músico punk, Seth Macklin de la banda Sub Zero Construction: "Johnny y su novia estaban entrando a su apartamento. Creo que el fulano este le dijo algo a la novia. Johnny es un tío muy muy celoso y le contestó, aunque sólo verbalmente, y siguió caminando, pero el fulano le agarró por sorpresa. Lo tumbó al suelo y le pateó". El resultado: traumatismo craneoencefálico que requirió neurocirujía y prolongada hospitalización, aunque Arturo nos comenta que no le dejó secuelas. Cobra sentido pues el título de su siguiente álbum, "Too Tough To Die" (demasiado duro para morir).

La llegada de los 90 supuso un chorro de aire fresco para la banda a todos los niveles. Sale Dee Dee, para quien la banda se había convertido en una auténtica pesadilla a juzgar por lo que escribe en su libro "Poison Heart" –aunque Arturo nos alerta de que a lo que Dee Dee escribe él lo llama "punk fiction": "él cree que es cierto, ¡pero en verdad no lo es!"- y nos ofrecen una de las últimas sorpresas agradables en forma de disco, "Mondo Bizarro".

En él se incluye un tema llamado "Cabbie’s On Crack" que narra la experiencia de Joey a bordo de un taxi cuyo conductor conducía ciego de crack y que casi le mata. Él mismo contó que tras este incidente decidió dejar los excesos en los que había ido incurriendo durante los últimos años. "No creo que este episodio fuera lo que realmente le convenció. Detalles de esos había muchos. Fue simplemente que decidimos dejarlo. Yo me inyecté heroína dos veces pero no me gustó nada, estuve todo el rato vomitando. Pero Joey y yo tomábamos mucha cocaína y alcohol. Nos encantaba salir de juerga y ponernos las pilas. Pero llega un momento en que dices "basta, esto no puede llevarte a nada bueno", y no lo haces por nada en concreto, sino por la simple y cruda moral del día siguiente cuando te prometes que jamás lo harás de nuevo, aunque claro, eso lo dices muchas veces hasta que lo pones a la práctica".

Muchos fuimos los que pensamos que pensamos que Joey Ramone era también demasiado duro para morir incluso tras recibir las primeras noticias de sus problemas de salud luchando contra un cáncer linfático.

Tras el shock que a todos nos supuso su muerte, recuerdo que salió algún enterado de la prensa musical de nuestro país diciendo que Joey ya llevaba sus médicos para tener el cáncer a raya durante las últimas visitas de los Ramones a España. Arturo lo desmiente tajantemente:

"A Joey el cáncer se lo diagnosticaron en 1995, pero no nos lo dijo, nadie lo sabía hasta después de que se retiraron en Agosto del 96. Evidentemente este problema tuvo que ver con el adiós del grupo, puesto que los doctores le estaban diciendo que tenía que dejar de viajar para empezar el tratamiento. Ellos ya lo habían decidido, Johnny también quería retirarse. Los promotores argentinos, una vez se creyeron que lo de la retirada iba en serio, querían que su concierto de despedida fuera en el estadio de River Plate. Y se fue a tocar allí, ante 70.000 personas, anunciado como el último show. Pero de repente empezaron a llover las millonarias ofertas para ir a todos lados.

Se les ofreció el Loollapallooza en verano del 96 y se aceptó. Pero luego los argentinos dijeron que no, que tenían que volver a Buenos Aires a despedir su carrera allí. Y entonces Joey dijo que no, que no quería ir. Se trataba de muchísimo dinero, más que nunca, y todos los otros se volvieron locos contra Joey, como nunca antes se habían puesto. No sabían que estaba enfermo. Yo ya lo sabía, y me jodió mucho ver que se enfadaban tanto con él. Así que le dije que hiciera lo que quisiera. Y no fue porque tenía que empezar los tratamientos”.


España también fue uno de los lugares del mundo donde los Ramones contaban con un auténtico batallón de fans que siempre reventó las salas donde tocaron: "Yo no me podía creer que no fueramos a ir a España al final, estaba convencido de que teníamos que volver a España, pero no se hizo. La última vez que estuvimos allí fue en Oviedo en la plaza de toros. España siempre estuvo entre los destinos predilectos de los Ramones. España, Japón y Australia. Argentina era algo raro, porque la gente era tan entusiasta que hasta jodía, era muy problemático".

Desde la separación de los Ramones hasta la muerte de Joey, éste se convirtió en una de las personas más activas en el circuito alternativo de su ciudad. También tomó parte junto a Marky en actos de apoyo al partido demócrata, organizó conciertos para que grupos sin contrato se dieran a conocer y colaboró en la grabación de infinidad de bandas.

"Joey traía la música realmente por dentro. La gran pasión de la vida de Joey siempre ha sido el rock & roll, y al final se dio cuenta. Después de que rompió con la última novia, que le puso el ultimatum a principios de los 90 de que se casaban o se separaban, Joey canalizó toda su energía y pasión y gusto por la vida en la música. Y quería hacerlo todo: participaba con todo el mundo, en todos los movimientos benéficos, políticos...

Esto le trajo problemas con John, porque él cualquier cosa que se hiciera fuera de los Ramones pensaba que les hacía débiles. Quería que los Ramones sólo fueran Ramones. Yo le trataba de convencer de que era positivo para la imagen de la banda el que Joey hiciera eso, puesto que atraía mucha atención mediática"
.

Ya a finales de los 70 Joey consiguió su primera actuación a los Dead Boys en el CBGB. Casi 20 años más tarde hizo más o menos lo mismo por un buen puñado de bandas como los Independents. Todo esto contribuyó a alimentar el halo de positividad y buen karma que el bueno de Joey llevaba allá por donde pasaba. Un personaje que dos décadas antes parecía predestinado a ingresar en un psiquiátrico consiguió el sincero reconocimiento y admiración por parte de hordas de músicos y fans.

"Uno de los recuerdos más positivos que yo guardo de Joey Ramone fue cuando se estaba grabando el vídeo de Little Steven, el boicot a Suráfrica "We’re gonna play some city". Recuerdo que en el estudio estaban Lou Reed, Bruce Springsteen, Bono... todas esas estrellas del negocio, y todo el mundo con su inmenso ego y su vanidad. Era un ambiente muy tenso y frío. Entró Joey y de repente todo el mundo con la sonrisa en la boca "Jooooeeey, qué paaasa", rompió el hielo instantáneamente y el ambiente cambió de repente. Ése era el efecto que Joe tenía sobre la gente.

Ahora todo lo que ha pasado a raíz de su muerte yo me doy cuenta de que ha sido totalmente sincero y genuino, él provocaba eso en la gente. Siempre se le vio como un ángel, ¡un ángel muy bueno! ha ha ha... Era muy accesible. A él le gustaba mucho decir que los Ramones se retiraban pero él no"
.

El que suscribe este artículo no puede estar más de acuerdo. Recuerdo ahora que en las tres ocasiones en las que pude encontrarme con él siempre imperó una sensación que traspasaba los límites de la cordialidad. Como anécdota decir que durante una sesión de firma de discos en su última visita a Barcelona llevé una guitarra para que la firmaran y al principio Monte Melnick no me permitió intentarlo por el engorro que suponía tamaño objeto. Joey inmediatamente me hizo gestos de que le acercara el instrumento pasando de Monte y conseguí mi objetivo.

En fín, que los Ramones cambiaron mi vida para mejor, al igual que para cientos de miles de personas en todo el mundo. Imbuidos por esta sensación de aceptación –"Gabba Gabba we accept you, one of us"-, los fans de los Ramones siempre mostraron una lealtad que no conocía límites a la que consideraban SU banda, un conjunto de personas no especialmente agraciadas pero con las que se podían identificar y sacudir sus demonios internos al trepidante ritmo de sus directos y discos. Quedaremos eternamente agradecidos.

Autor: Jonathan Vidal

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