Solo por su muy justa reivindicación del olvidado pub rock merecerían que se reconocieran sus méritos, que no son pocos, principalmente haberse convertido en potentísimo surtidor del mejor rock and roll que se factura por este país y alrededores. Si en el anterior Rockpile Of Shit homenajeaban con guasa al supergrupo formado a finales de los setenta por Nick Lowe y Dave Edmunds, ahora vuelven a dar otra muestra de buen gusto con un giño a Dr. Feelgood, época Gypie Mayo, merced a una portada que rememora en cutre el recordado Let It Roll de los doctores. Azares del destino les lleva a ver publicado su nuevo disco con las hordas primaverales, encaje estilístico que chirría más que un Cristo con dos pistolas, pero que esperemos les dote de oportunidades para mostrar su ferocidad escénica en alguno de los muchos cotarros manejados por el entramado Segell. Afortunados quienes puedan disfrutar de un set list, que si antes de esta nueva receta médica prescribía frenesí rocanrolero a mansalva, se ve ahora reforzado por un nuevo tratamiento que disparará sobre los parámetros aconsejables neuronas y tensión sanguínea: sobre una base inamovible que es la invitación a la fiesta sin fin, la banda del hiperactivo Rafa Suñén brilla como metal bruñido desde la inicial “Restless Noise” –reparen en el apropiado apelativo de dicho arranque- para seguir alterándonos los ritmos vitales con esa lección bien aprendida de The Fleshtones que se titula “The Price” o invitaciones a quedarse ronco de tanto gritar los estribillos de las imparables “This Grease Stained Heart”, también ese himno borrachuzo que finiquita este terremoto rítmico llamado “How You Like It”. ¡¡Tremebundos!!

Autor: Manuel Borrero