Entrevistas
02-12-2011
Blas Picón & Junk Express, una tarjeta con su nombre en el culo
Aprovechando la publicación del disco homónimo de Blas Picón & Junk Express quisimos charlar un rato con su cabeza visible. La banda está inmersa en una gira de la que aún queda alguna fecha: Barcelona (2/12), Lleida (3/12) y Andorra (9/12). Si quieres un consejo, no te los pierdas.
¿Por qué abandonar los Lazy Jumpers e iniciar otro proyecto de blues?
Son dos temas diferentes. No deshice uno para hacer el otro. The Lazy Jumpers tuvo su ciclo completo y duró lo que tenía que durar. Decidí finiquitar la banda porque estábamos en nuestro mejor momento musical pero el futuro laboral se veía muy incierto y no quería ver como un trabajo del que estaba tan orgulloso y con el que me sentía tan identificado se degradaba. Nos fuimos con la cabeza bien alta. The Junk Express ha aparecido en el momento oportuno, necesitaba un proyecto que me obligara a ser creativo de nuevo y este tren ha llegado justo a tiempo, para variar.
¿Qué diferencia a ambos proyectos?
Las diferencias son básicamente de estilo. The Lazy Jumpers se acercaba al sonido West Coast, flirteaba con el Swing y las composiciones eran más complejas. The Junk Express está más inspirado en el Blues primario de, por ejemplo, Mississippi. Además está el factor de la ausencia de bajo, que aporta identidad al sonido global; lo hace más austero, más crudo, que es lo que buscamos. Siempre digo que lo más importante para nosotros es esa parte de las canciones que no se puede escribir en un pentagrama.
Has optado por nombre de grupo pero con el tuyo por delante ¿cómo es tu relación con los músicos? ¿Asalariados? ¿Parte de la banda?
Parece mentira corriendo los tiempos que corren, pero somos tres. Como experiencia democrática sorprendería a más de uno. Lo de poner mi nombre delante es consecuencia de un consejo de Mario Cobo: “Serás una puta toda la vida pero nadie valorará lo bien que la chupas si no le dejas una tarjeta con tu nombre en el culo”. Una de las razones que me impulsó a tirar este proyecto adelante fue el buen ambiente que se crea cuando estamos juntos. Además es una cosa que intento alimentar: quedamos para comer con las familias y potenciamos la parte social tanto como la parte profesional.
Te encargas tú de componer todos los temas ¿cómo lo llevas?
Sí, yo compongo todos los temas, hasta ahora, pero todo parte de una idea que tuve después de un bolo que hicimos casi por casualidad. Fui yo el que propuso convertir esta formación en algo constante y la suerte que tuve es que los demás se implicaron sin reservas. Somos tres: Oscar Rabadán, Reginald Vilardell y Blas Picón.
Has optado por no incluir ninguna versión, algo cada vez menos habitual en discos de debut ¿por qué?
Para nosotros es vital encontrar un sonido propio y parte de ello está vinculado al formato de la banda pero si algo he aprendido en mis veinte años de carrera musical es que tus canciones sonarán a ti. Es la fórmula más directa para encontrar un sonido propio.
Empezaste editando un single con Carajillo Records ¿qué tal la experiencia?
Lo del single fue muy divertido y a la vez motivador. Mario Cobo y Javier Ruiz, gerentes de “Carajillo Records” nos propusieron hacer una grabación de tres temas. Ellos estaban iniciando un proyecto discográfico y nosotros llevábamos un mes ensayando. Era poner frescura en formato vinilo; salió genial!
Y ahora optas por autoeditar ¿tan difícil está la cosa?
La autoedición, en nuestro caso, viene provocada por la necesidad de ser responsable del producto final. Nosotros nos arriesgamos y asumimos los logros y los errores. No me importa pedir perdón por lo que he hecho, pero me da por el culo hacerlo por otro.
¿Cómo ves la situación del blues en España?
El Blues en España, aparte de una pregunta manida, es una cosa curiosa. Te diría que en general es endogámico y onanista, pero hay talentos que si hubieran nacido en Los Angeles ya serian nombres reputados. Hay gente muy buena, mucho mejor que productos que nos venden como indispensables solo porque han nacido al otro lado del Atlántico o porque su piel es negra. Como negativo que soy yo, también te diré que, para mi gusto personal, en España hay un cierto sentimiento provinciano: hay grupos que proyectan su trabajo pensando que nunca saldrán de la península, y eso trabaja en su contra. Tampoco he venido a hacer amigos.
¿Con qué otras bandas nacionales te ves identificado?
No me veo identificado con ninguna banda ya que los proyectos que he arrancado siempre han sido muy personales. Eso no quita que admire y ojalá se me pegara algo del talento de Suitcase Brothers, Chino & The Big Bet o Mambo Jambo. . Cierto es que las bandas que cito son todas catalanas, pero no es casualidad.- Haciendo amigos de nuevo.
¿Qué músico o disco dirías que te ha influido más en este disco?
La influencia en este disco es tanto musical como personal. Musicalmente te podría citar a Papa Lightfoot, Jerry McCain o Snooky Pryor pero también cuenta el hecho de que he llegado a un momento en mi vida en que el contenido destaca por encima las formas y he tenido la suerte de coincidir con Oscar y con Regi para llevar este tren adelante.
Si en algo destacas en el dominio de la armónica ¿podrías decirme qué opinas de los siguientes armonicistas?
Junior Wells: De Jr Wells te diría que me encanta su sobriedad y su actitud. Pero no comparto su gusto musical.
James Harman: James Harman es lo que siempre he querido ser de mayor. Excelente compositor e inigualable vocalista, quizás se pueda pensar que la armónica es su punto débil, pero lo que dice Harman con dos notas no lo dice nadie más con todo el alfabeto musical.
Paul DeLay: Paul deLay era un monstruo de la armónica, pero también de la voz, de la composición. Era un tipo capaz de tocar Blues y a la vez hacer “Canciones”. Es uno de esos tipos que reconoces al instante porque consiguió un estilo propio dentro de algo tan manido como el Blues.
Víctor Puertas: Víctor es el mejor armonicista de Blues de España de largo. No tiene nada que envidiar a nadie y posee un talento natural para la música que ya lo quisiéramos todos. No solo es el mejor ahora, es el mejor que ha habido nunca en esta península.
Big Walter Horton: Horton es uno de mis preferidos, en parte porque siempre estuvo a la sombra de Little Walter sin tener que pedirle permiso para nada. Según mi parecer, Horton era más imaginativo y más voluble que Little Walter. Parece ser que no era fácil trabajar con él, pero a mí que me importa, hablamos de discos.
Howard Levy: Howard Levy toca la armónica, de acuerdo, pero no nos equivoquemos, a mí me gusta el Blues y este señor es un prodigio del instrumento, pero el Blues no le quita el sueño. En todo caso es impresionante lo que consigue sacar de tan vejado instrumento.
James Cotton: James Cotton es músculo, sangre y vísceras. Eso que evita querer leer la partitura de la canción, porque te da igual. Qué más se puede pedir.
Captain Beefheart o Bob Dylan: A Captain Beefheart y a Bob Dylan te los voy a incluir, junto con Neil Young y Bruce “The Boss”, en el grupo de “Si en vez de tocar la armónica te hubieras entregado al Sadomaso el mundo iría mucho mejor”.
¿Cuál es el último disco que te has comprado?
Uno de AC/DC que ya tenía. “T.N.T”
¿Cuál es el disco que más te ha gustado este año ajeno al blues?
Mark Hummel “Unplugged”
¿A qué se parece Blas Picón & Junk Express?
Espero que a poca cosa, para eso nos curramos las canciones y optamos por un formato poco frecuente, pero nos encantaría compartir una Jam con el Jerry McCain más gamberro.
Autor: Eduardo Izquierdo
