RESEÑAS DISCOGRÁFICAS

 

Michael Monroe

Blackout States


1

Spinefarm Records

Cuentan las crónicas de la época que durante la grabación de “Not fakin’ it” (1989) Michael Monroe perdía los estribos con su banda y les gritaba que dejaran de tocar “esa mierda de heavy metal” y tocaran “puto rock’n’roll”. La experiencia demuestra que cuando Mr. Monroe se rodea de una buena banda, ya sea Hanoi Rocks, Demolition 23 o incluso Jerusalem Slim, pese a que el propio protagonista reniega de ella, los resultados son excelsos. Durante algunos momentos de su carrera en solitario Michael ha llegado no tener grupo estable y ocuparse el mismo en las grabaciones de varios instrumentos. Bajo su propio nombre nunca ha tenido una banda tan estable y potente como la actual. Steve Conte, con una dilatada carrera incluyendo su paso por The New York Dolls o Company Of Wolfes, y Rich Jones (The Black Halos) cumplen con sobresaliente solvencia escudar con sus guitarras al ex líder de Hanoi Rocks. La banda se completa a la batería con Karl Rockfist (ex-Chelsea Smiles y ex-Danzig) y al bajo, el viejo colega de correrías de Monroe desde los lejanos tiempos de Hanoi: Sammy Yaffa. Que pasó un tiempo alejado del rock con Mad Juana, explorando otras concepciones musicales y qué también compartió formación con Conte en los New York Dolls.

“Blackout States” viene a conformar una trilogía de la última etapa de Michael Monroe, junto a los excelentes “Sensory overdrive” (2011) y “Horns and halos” (2013). El cantante pasa por una segunda juventud, en plena forma creativa y física. El mismo lo dice en “Permanet Youth”: envejecer  no es para él. Sigue cantando de maravilla y  sobre un escenario casi nadie le puede hacerle sombra. En “Blackout states” no hay grandes sorpresas. Encontramos energía a raudales, actitud punk, sonido rockero y buenísimos temas. Michael sigue hilvanando con pasmosa facilidad grandes melodías una detrás de otra. Todas ideales para corear sin complejos. El grupo suena con clase y oficio sin perder la frescura, encajando todas las piezas. Y sí a esto le sumamos canciones y el buen envoltorio que le proporciona el productor Chips Kiesbye, pues blanco y en botella.

Los tres primeros temas atestiguan que estamos ante otro gran álbum de Monroe. “This ain’t a love song” es un pelotazo repleto de rock’n’roll. El segundo “Old King’s road”, es un homenaje al Londres de los viejos tiempos. Canción hermanada con “The ballad of lower east side” en la que hablaba de sus correrías por Nueva York. Y “Goin’ Down With Ship”, tiene uno de los mejores estribillos del álbum, con una melodía adictiva. En el resto del trabajo encontramos también  trallazos macarras como “R.L.F.” o tiempos más pausados como “Keep Your Eye On You””. Michael saca a relucir su saxo, nos habla de tópicos rockeros pero siempre con enjundia y nos contagia su espíritu vitalista y libre. Como el mismo protagonista dice: “Recomiendo fuertemente “Blackout States” a cualquiera que esté mínimamente interesado en el real y auténtico rock’n’roll de alta energía”.


Autor: M. A. Velaza

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