Se anunciaba la visita de Bad Nerves como su primera actuación en sala en Madrid y razón no faltaba ya que su anterior concierto se produjo en la edición de BlockParty Arganzuela del año pasado, lo que había creado expectación por volver a verles en la ciudad y en su hábitat natural.

Presentaban su segundo álbum, Still Nervous, y lo hicieron ejecutando una explosión de vitalidad, frescura y vivacidad que no decayó en los poco más de cuarenta minutos de actuación. Desde el inicio, el quinteto de Essex salió a hacer disfrutar a los asistentes con un repertorio trufado de punk rock y power pop vigoroso, pildorazos de poco más de dos minutos de duración, sin apenas treguas y con una puesta en escena en la que todos los miembros del grupo no paran de vibrar ni un segundo al ritmo de la música. Saltaron al escenario a ritmo de Ramones, comenzando con “Baby Drummer”, “Palace”, “Don`t Stop”, “Terminal Boy” y “Plastic Rebel”. Tras una breve pausa en la que saludaron a los asistentes, quienes habían agotado las entradas desde hacia semanas, detonaron “Radio Punk”, “Television”. Se suavizaron con “Sorry”, continuando con “Mad Mind” y “Alright”. En “U.S.A” y “Last Beat” los pogos y saltos desde el escenario se multiplicaron, calmándose el ambiente con ”You Should Know” para contraatacar con “Antidote” y “The Kids”. Con los bises nadie puedo evitar bailar y derramar sudor con un tridente de infarto “You´ve Got the Nerve”, “Can´t Be Mine” y “Dreaming”.

Acompañaron como artistas invitados Ultra Q, joven cuarteto californiano que incluye en sus filas a  Jakob Armstrong hijo de Billie Joe Armstrong, cantante de Green Day. Musicalmente se mueven entre el shoegazing y el punk rock de formaciones como Hüsker Dü o Samian. Empezaron calmados pero acabaron afilando riffs, interpretando temas como “Wainting” o “VR Sex”.

Vídeo del concierto de Bad Nerves

Vídeo del concierto de Ultra Q

Autor: Rafa García-Moreno